Este martes por la tarde, y luego de asistir al cónclave tripartito en Luque, Paraguay, Rodolfo D'Onofrio sorprendió al confesar que un allegado al presidente de la Nación, Mauricio Macri, le habría dicho que la voluntad del jefe de Estado es que la Superfinal se juegue en el estadio Monumental.
Ni lerdo ni perezoso, el diario La Nación se hizo eco de estas declaraciones que el mandamás de River dio en diálogo con radio La Red e inició su propia investigación sobre una inesperada alianza que intentaría torcer el fallo de la Conmebol.
"El presidente no puede permitir que se instale, a dos días del G20, de que acá no se puede celebrar un partido de fútbol en condiciones de seguridad", expresó un emisario muy cercano a Macri, consultado por el citado periódico.
En ese sentido, el personaje cercano al presidente nacional agregó: "Le dije al presidente de River que el presidente de la Nación considera que están dadas las condiciones y que le garantiza toda la seguridad para que se juegue en el país y en River".
Tras esta charla y al regresar a la Argentina, D'onofrio aseguró que el presidente Macri le dio a la institución del barrio porteño de Núñez "el apoyo y la seguridad" para que se juegue en el Monumental el partido desquite de la final de la Copa Libertadores ante Boca Juniors.
"El presidente le pidió a D'Onofrio que intente convencer a (Alejandro, titular de la Conmebol) Domínguez de que el partido debe jugarse acá (por Argentina)", precisó el emisario de la Presidencia.
Conjeturas al margen, en este tablero de ajedrez minuto a minuto se mueven fichas para defender los intereses propios. Pero de fútbol, por ahora, poco y nada.