La gestión de Guido Sandleris en el Banco Central destacó este viernes el fuerte control sobre los agregados monetarios, con una contracción de la Base Monetaria en la primera quincena de noviembre, y celebró que ya se ven indicios de una desaceleración de la inflación.
En la entidad con sede sobre la calle Reconquista, en pleno microcentro porteño, están contentos: ven que la instrumentación de la política monetaria está comenzando a mostrar los resultados que Cambiemos esperaba.
El promedio de la base monetaria alcanzó los 1,23 billones de pesos en los primeros quince días de noviembre, por lo que estuvo unos 28.000 millones por debajo del nivel registrado en igual periodo de octubre y 40.000 millones abajo de la meta establecida.
La autoridad monetaria adoptó a partir de octubre un nuevo esquema de política monetaria de estricto control de agregados monetarios, comprometiéndose a no aumentar el nivel de la BM respecto al promedio mensual de septiembre, hasta junio de 2019.
Mientras la inflación sigue en niveles altísimos y la base monetaria no crece o se reduce, el impacto real del ajuste es mayor. En la Casa Rosada respaldan esta estrategia y por ello prevén que la economía volverá a crecer recién en el segundo semestre de 2019.
Esta política fue una apuesta fuerte del Gobierno argentino para estabilizar el frente cambiario y bajar de una vez por todas la inflación, a pesar de una profundización de la recesión económica.
En paralelo, el Tesoro lleva adelante lo que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, describió como uno de los mayores ajustes jamás realizados sin que se observara la caída del Gobierno ejecutor.
En este contexto, en el Banco Central consideraron que si bien la inflación de octubre fue alta, la caída de 1,1 puntos porcentuales en la inflación general y, especialmente, la baja de 3,1 puntos porcentuales en la inflación núcleo son "signos alentadores".
“Los datos de inflación de octubre evidencian que el reacomodamiento de precios luego de la depreciación continuó en ese mes. También dan cuenta de que la política monetaria opera con rezagos”, dijeron voceros del Central a este diario.
Durante los primeros quince días de noviembre el promedio acumulado de la BM alcanzó a 1,23 billones de pesos, ubicándose 28.000 millones por debajo del nivel registrado en igual período de octubre y 40.000 millones menos que a la meta.
Para controlar la evolución de la BM el Central realiza subastas diarias de Letras de Liquidez (Leliq). Y además no compra dólares en el mercado cambiario si el tipo de cambio se mantiene dentro de las bandas prestablecidas, que este viernes se ubicaba entre 35,58 y 46,04 pesos.
En un contexto en el que el tipo de cambio se mantuvo próximo al piso de la zona de “no intervención”, durante la primera quincena de noviembre la tasa de interés promedio de las LELIQ profundizó su tendencia decreciente, ubicándose el 15 de noviembre en 62,5%, unos 5,55 puntos porcentuales más abajo que a fin de octubre y 11 puntos respecto al máximo del 8 de octubre.
A su vez, en la medida en que los participantes fueron familiarizándose con la nueva operatoria, la dispersión de tasas entre las ofertas se fue reduciendo notablemente, señalaron desde el Banco Central.