El presidente Donald Trump, advirtió que "la prensa está fuera de control" por las últimas acusaciones periodísticas contra su gobierno y su presunta conexión con Rusia, y adelantó que "la semana próxima firmará un nuevo decreto para proteger al país" en referencia a su veto migratorio que fue suspendido por la Justicia.
"Para ser honesto, heredé un desastre, es un desastre, en casa y en el extranjero", sentenció Trump e incluyó "la expansión de ISIS como un cáncer", la firma de tratados comerciales "que matan puestos de trabajo" y "una nación infectada con drogas".
"Acá las drogas son más baratas que un caramelo", sentenció el mandatario.
Pese a esa pesada herencia, Trump sostuvo que su gobierno "está funcionando como una máquina bien aceitada" y responsabilizó de los traspiés que ha tenido hasta ahora a la oposición demócrata -"que se niega a confirmar a nuestro gabinete en el Senado"- y a la Justicia -"Estamos salvando vidas cada día aunque las cortes no nos lo están haciendo fácil"-.
Trump no dio detalles sobre cómo será el nuevo decreto migratorio, pero aprovechó la oportunidad para ratificar todas sus medidas migratorias: la construcción de un muro en toda la frontera con México -"no será como la que tenemos ahora, una que no existe o es un chiste"- y la imposición de sanciones contra las ciudades y los estados que actúen como santuarios para inmigrantes que viven ilegalmente en el país.
Pero sobre todo, Trump cargó hoy contra los periodistas y los medios que publican información secreta y "las personas que dan esa información ilegalmente".
Una y otra vez, el mandatario atacó a los medios de comunicación, a los calificó como "falsos", "fracasados" y "desleales", y anunció que dio la orden al Departamento de Justicia que investigue las recientes filtraciones "criminales" de información secreta que publicaron los principales diarios del país y que apuntan a una presunta conexión entre el entorno del presidente y el gobierno ruso, aún antes de la campaña electoral.