Es hoy en día la imagen típica de los campeones olímipicos de todas las disciplinas: sonrientes, muerden frente a cámara la medalla que acaban de ganar. Sin embargo, la costumbre se popularizó en los Juegos Olímpicos hace relativamente poco, en 2010. En estos Juegos Olímpicos de la Juventud, no hay joven atleta que olvide morder la medalla para la foto.
Por eso, habiendo pasado ya una semana del inicio de los juegos de Buenos Aires 2018, quienes no lo habían hecho antes se preguntan: ¿Por qué los atletas muerden o simulan que muerden las medallas al momento de la premiación?
La respuesta es más decepcionante de lo que se esperaba. Aunque se ha dicho que se trata de una costumbre para comprobar si el oro de la insignia es auténtico, al parecer todo empezó por un reclamo a gritos de los fotógrafos para que los deportistas hicieran morisquetas o algo divertido. La idea era, simplemente, obtener una imagen original. Así lo reveló La Nación este sábado.
La primera foto puede haber sido original, pero ahora, la mordida es casi una obligación, que excede a los Juegos Olímpicos. Por ejemplo, Rafael Nadal muerde cada trofeo que gana. La explosión de deportistas imitando el gesto se dio en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y en aquel momento, David Wallechinsky, presidente de la Sociedad Internacional de Historiadores Olímpicos de ese momento, echó ante la CNN la culpa a los fotógrafos. "No creo que sea algo que los atletas quisieran hacer por su propia cuenta"
En terminos simbólicos, morder algo es un anticipo de comerlo: significa apropiarse, adueñarse. No obstante, esta "moda inocente" tuvo incluso algunas víctimas: durante los Juegos Olímpicos de Invierno en Vancouver, Canadá, en 2010, un alemán bajó del podio con un diente roto.