Las fuertes críticas al Papa Francisco provenientes de los sectores más conservadores del catolicismo -que añoran el pontificado del predecesor Benedicto XVI- parecen haber molestado al papa emérito.
En una serie de cartas privadas publicadas por el diario alemán Bild, Benedicto sostiene que la "ira" de sus defensores corre el riesgo de empañar su propio papado, según una nota de The New York Times especial para Clarín.
"Puedo entender bien el dolor profundamente arraigado que el fin de mi pontificado causó en ustedes y en muchos otros. Pero para algunos -y me parece que para ustedes también-, el dolor se ha convertido en ira que no afecta solamente a mi abdicación sino a mi persona y a la integridad de mi pontificado", escribió Benedicto al cardenal alemán Walter Brandmüller el 23 de noviembre del año pasado.
"En este sentido el propio pontificado se devalúa y se mezcla con la tristeza de la situación que atraviesa hoy la Iglesia", añade el ex pontífice.
La firma del cardenal Brandmüller aparece en la carta dubia (en latín, "dudas") que pide al actual papa Francisco aclaraciones sobre su aparente voluntad de abrir la Iglesia católica hacia los divorciados y vueltos a casar.