Con la salida de la primera estrella, este martes comenzó el día más sagrado de la colectividad judía: el Iom Kipur o Día del Perdón. Es uno de los Yamim Noraim (en hebreo, «Días extremadamente santo») y marca el final de los días de penitencia iniciados en Rosh Hashaná (Año Nuevo Judío).
Su tema central es el perdón y la reconciliación. En estas 26 horas, la comida, la bebida, el baño, así como cualquier tipo de limpieza corporal (como el lavado de dientes), la utilización de cuero, el untamiento de cremas o bálsamos en el cuerpo y las relaciones conyugales están prohibidos.
El ayuno empieza en el ocaso y termina al anochecer del día siguiente. Los servicios de oración de Iom Kipur comienzan con la oración conocida como Kol Nidre, que debe ser recitada antes de la puesta del sol. El Kol Nidre (en arameo «todos los votos») es una abrogación pública de votos religiosos hechos por judíos durante el año precedente. Esto solo concierne a los votos incumplidos hechos entre la persona y Dios, y no anula votos hechos a otras personas.
Un talit (manto de oración cuadrangular) se pone para las oraciones de la tarde, el único servicio de la tarde del año en el cual se hace esto. El culto de Ne'ilah es un culto especial que se celebra solo durante el día de Iom Kipur, y marca el cierre de las fiestas. El Día del Perdón culmina con el sonar del shofar, que marca la conclusión del ayuno.
"Es el día más importante del año para nosotros, cuando hacemos cinco rezos", explica Shneor Mizrahi, rabino de Jabab Boca y Barracas, en diálogo con Clarín. "Es una jornada donde se llega a la esencia de uno porque es el instante que creó Dios para el encuentro con nosotros. Luego de los diez días de arrepentimiento y reflexión, que comienzan en Rosh Hashaná, el Día del Perdón es nuestro momento para despertar y retornar a Dios", afirma.
"El arrepentimiento es una parte fundamental de la fecha. Nos arrepentimos por las malas acciones y buscamos reparar nuestra relación con nosotros, con el prójimo y con Dios. Es una condición casi substancial del 'día del perdón' el encontrarse con uno mismo y poder hacer una gran introspección", explica el Rabino Gabriel Malki a Infobae, quien reconoce: "En la actualidad no nos permitimos tener tiempo para nada, menos para pensar que estamos haciendo y qué haremos. Este día es un regalo de Dios para desconectarnos de lo banal y conectarnos con Él, con los afectos y con nosotros".
Por su parte, el Rabino Sergio Bergman expresa en Twitter: "Con la salida de la primera estrella, comienza Iom Kipur. El sonido del shofar nos invita a reflexionar y a reparar, a construir y a compartir; para que la celebración del tiempo por llegar sea una oportunidad para santificar nuestra existencia y nuestro hacer. ¡Jatimá tová!".
Sobre las conductas más valoradas en las costumbres de estas fechas, Mario Eduardo Cohen presidente del CIDICSEF (Centro de Investigación y Difusión de la Cultura Sefardí) revela: "Una es un replanteo frente al propio ser humano: teshuvá, o retorno a lo más puro de uno mismo; otra, frente al Creador: tefilá, o plegaria, y una tercera frente a nuestros semejantes, tzedaká, o caridad en sentido amplio de reparar las situaciones injustas".
¿Cuál es el origen del Día del Perdón?
Como detalla el Rabino Gabriel Malki, "este día remonta su origen hace 3300 años. El pueblo de Israel fue liberado de su esclavitud en Egipto y luego Dios le entregó la Tora. Moisés subió al Monte Sinai, el pueblo no supo calcular cuándo era el momento de reencontrarse con su líder, se impacientó y realizaron un becerro de oro. Al realizar este acto de idolatría fueron castigados y comenzaron un período de recomposición de la relación con Dios que duró hasta el 10 de Tishrei (Fecha del calendario hebreo de Iom Kipur). Ese día Dios le dijo al pueblo: "Salajti kidbareja (Los perdonare como lo pediste)" (Bamidbar 14:20)."
Con el humor de siempre, Roberto Moldavsky cuenta que el reto más difícil del Iom Kipur es el ayuno, que hace "más largo" este día. Además, destaca el aliento que se junta en el templo por la prohibición de lavarse los dientes. Así lo expresó en Twitter con un tema hilarante que grabó junto a "la Valentín Gómez".
El ganador del Martín Fierro por su labor humorística también había realizado un divertido video para saludar a toda la colectividad por el Año Nuevo.