Estados Unidos está nuevamente en alerta por un huracán. Esta vez se trata de Florence, que en las últimas horas bajó a categoría 3 mientras avanza sobre el océano Atlántico hacia la costa sureste del país del norte, adonde llegará el viernes.
Según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC), Florence tiene vientos máximos sostenidos de 205 km/h y sus dimensiones "han aumentado". Asimismo, mantiene su potencial de "marejadas ciclónicas y lluvias que ponen en peligro la vida humana" en amplias zonas de la costa sureste estadounidense.
El huracán se encuentra a 700 kilómetros al sureste de Willmington, en Carolina del Norte, y a 755 km al este-sureste de Myrtle Beach, en Carolina del Sur. Y se desplaza rápidamente en dirección noroeste con una velocidad de traslación de 26 km/h.
Según un probable patrón de trayectoria del NHC, el vórtice de Florence se moverá hoy por el suroeste del Atlántico, entre Bermudas y las Bahamas, y se acercará a la costa de Carolina del Norte y Carolina del Sur el viernes.
"Se esperan algunas fluctuaciones en la intensidad del sistema hasta el jueves", aunque se prevé un "lento debilitamiento" a partir del jueves por la tarde, agregaron los meteorólogos del NHC, con sede en Miami.
Sin embargo, se pronostica que Florence sea todavía un "extremadamente peligroso huracán de categoría mayor cuando se aproxime a la costa estadounidense" el jueves por la tarde y el viernes.
El martes, miles de personas abandonaron la Costa Este y Roy Cooper, el gobernador de Carolina del Norte, insistió: "No arriesguen su vida frente a un monstruo. Las olas y los vientos que esta tormenta podría causar no se parecen a nada que conozcan. Incluso si superaron tormentas antes, ésta es distinta".
Además del viento, el huracán Florence descargará lluvias que pueden alcanzar los 600 milímetros en pocos días, un problema que además de traer inundaciones, podrían esparcir los desechos de las industrias y granjas porcinas que abundan en la zona.
El presidente Donald Trump declaró el estado de emergencia para Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia y de esa manera los estados recibirán ayuda federal.