Una foto de un joven Lionel Messi con una máscara sorprendió a todos en las redes sociales y esconde una historia hasta ahora desconocida del crack rosarino.
La imagen fue tomada en 2001, cuando la Pulga todavía jugaba en las inferiores del Barcelona. A pesar de tener apenas 14 años, Leo ya era una de las figuras de la categoría 87, en la que compartía equipo con Gerard Piqué y Cesc Fábregas, entre otros.
Un día, su presencia en un partido estuvo en duda debido a una dura lesión. El conjunto culé venía de coronarse campeón justo en el clásico ante el Espanyol. En ese encuentro, el argentino recibió un codazo que le provocó la fractura del pómulo derecho. Tras los festejos, los médicos del club catalán le dijeron que era conveniente que no jugara por tres semanas.
Messi, sin embargo, no quería perderse el siguiente compromiso que, nuevamente, sería ante el Espanyol, esta vez por la Copa Catalunya. El héroe fue nada más ni nada menos que el histórico defensor Carles Puyol, quien había sufrido una lesión similar jugando en Primera y que, ante el pedido tímido de la Pulga, no dudó en prestarle su máscara.
Sin embargo, la máscara de Puyol era demasiado grande y Messi, en medio del partido, se la arrancó porque le impedía ver de manera correcta.
Con la cara al descubierto, metió dos goles en cinco minutos para darle el triunfo y el título a su equipo.