El impacto de la devaluación en los precios ya comenzó y -según los especialistas- se espera que empeore en los próximos dos meses, especialmente en tarifas y combustibles.
Sin embargo, desde Casa Rosada confían en que la recesión en la que se encuentra la economía amortigüe el golpe y genere una suba de los precios de menos de la mitad de la devaluación.
Según la proyección oficial, la retracción económica de este año será de 4,2% y por eso el Gobierno cree que no habrá margen para que los precios suban junto al dólar.
"Por los cambios macroeconómicos que estamos haciendo, vamos a un pass through (impacto en los precios por una suba del tipo de cambio) bastante inferior a la devaluación", dijo a La Nación el ministro de Producción Dante Sica.