En el marco de la causa de los cuadernos K, Enrique Pescarmona, exaccionista mayoritario de Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA), fue contundente ante la Justicia con su declaración. "Me arrepiento de haberle pagado coimas a esos hijos de p...", dijo ante los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rivolo.
Pero Pescarmona no sólo reconoció el pago de sobornos a exfuncionarios del kirchnerismo sino que detalló el modo en el que Julio De Vido, exministro de Planificación, le exigió el traspaso de acciones de IMPSA para ganar licitaciones de obras públicas, de acuerdo a su relato.
Según Clarín, Pescarmona se encontró obligado a hacerlo, fundamentalmente porque desde Venezuela le habían frenado los pagos para construir la central hidroeléctrica Macagua I.
Las fuentes consultadas por el diario antes mencionado aseguran que Pescarmona le entregó dinero a Roberto Baratta, número dos de De Vido. Es que desde el Ministerio de Planificación le habían informado que tenía que hacer una gestión en Buenos Aires para regularizar la situación con respecto a Managua I.
Además, Pescarmona habría manifestado que Baratta pasó a buscar el dinero por su propia casa. Asimismo, declaró que tuvo al menos dos reuniones con De Vido. Es más: afirmó que en uno de esos encuentros el exministro lo presionó para quedarse con parte de IMPSA, pero un pariente del empresario lo habrían frenado y se habría generado un tenso momento.
Cabe recordar que Pescarmona se convirtió en "arrepentido" por decisión del juez federal Claudio Bonadio.