Lucina Von Der Heyde, integrante de la selección argentina femenina de hockey sobre césped, elegida la mejor jugadora junior en el Mundial de Londres 2018 y atleta Olímpica en Río 2016, fue quien escoltó la llegada del fuego sagrado de los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 a Iguazú.
Junto ella estuvieron Agustín da Silva, un deportista local cuya vida ha sido un ejemplo de superación; y Sergio Arias Valdecantos, el intendente del Parque Nacional Iguazú, donde se ubican los saltos.
La belleza de las Cataratas, consideradas como una de las maravillas naturales del mundo, son una fuente de inspiración para la humanidad. Sus cascadas, que extienden a ambos lados de la frontera entre Argentina y Brasil, son custodiadas por su mayor salto, la Garganta del Diablo, con sus imponentes 80 metros de altura.
"Es un orgullo y una felicidad llevar la antorcha", dijo Lucina, de 21 años, mientras portaba orgullosa la antorcha en la famosa pasarela que permite a los turistas asomarse a uno de los saltos de agua más caudalosos del planeta.
La visita al Parque Nacional Iguazú fue previa al relevo que se llevará adelante este miércoles en Puerto Iguazú.