La asunción de Donald Trump como flamante presidente de Estados Unidos se vio opacada por serios incidentes y destrozos en las inmediaciones del Capitolio por parte de manifestantes opositores al político del Partido Republicano.
Los protestantes protagonizaron peleas callejeras y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, al mismo tiempo que rompieron vidrieras de comercios, autos estacionados y realizaron pintadas en distintas paradas de transporte público.
La policía de Washington tuvo que intervenir: hay al menos seis policías heridos y más de 200 personas detenidas.