Un grupo de arqueólogos descubrió en la ciudad portuaria de Alejandría, al norte de Egipto, un sarcófago de granito negro que podría ser la tumba de Alejandro III, más conocido como Alejandro Magno, rey de Macedonia desde 336 a.C. hasta su muerte en 323 a.C.
El sarcófago, de casi dos metros de altura y tres metros de longitud, fue hallado durante las obras de una construcción y se descubrió intacto junto a una gran cabeza de alabastro que se creía representaba al habitante de la tumba, según informó The Guardian.
"La cabeza de alabastro es probablemente la de un noble de Alejandría. Al abrirlo, esperamos encontrar objetos dentro intactos, lo que nos ayudará a identificar a esta persona y su posición", aseguró el jefe de artefactos del Ministerio de antigüedades de Egipto, Ayman Ashmawy.
Una capa de mortero entre el cuerpo y la tapa indica que su contenido no fue alterado desde el momento del entierro, que se cree ocurrió durante el período Ptolemaico temprano, que comenzó tras la muerte de Alejandro Magno.
"Esperamos que pueda pertenecer a uno de los altos dignatarios del período", agregó Ashmawy, quien dijo que el sarcófago "está a cinco metros bajo tierra y pesa más de 30 toneladas".
Durante las próximas semanas, un equipo de ingenieros visitará el lugar para proporcionar equipos de levantamiento pesado y soportes estructurales que permitan a los arqueólogos quitar la tapa. Y una vez dentro, los especialistas en momificación y restauración estarán a disposición para garantizar que se conserven los contenidos.
Hace unos días se dio un hallazgo similar en Egipto, tras encontrarse un antiguo cementerio y un taller de momificación cerca de Saqqara, al sur de El Cairo.