Guerra de las Galaxias. Brasil, el campeón que jugó todos los Mundiales, y Alemania, que sólo había faltado en tres, no se habían enfrentado nunca en Mundiales hasta 2002. Entre ambas selecciones reunían siete títulos y cinco subcampeonatos. Los brasileños siempre habían ganado en partidos oficiales y ese Mundial no fue la excepción: 2-0, con doblete de Ronaldo. En 2014 volverían a toparse…
Puso quinta. El Scratch pentacampeón. Unica Selección en el mundo con ese registro. Unica sudamericana en consagrarse en Europa y en Asia. Y como en 1970, ganando todos sus partidos. El equipo de Felipe Scolari era criticado por su juego, pese a contar con Ronaldinho, Rivaldo y Ronaldo como tridente. Brasil había clasificado en la última fecha para esa Copa; y un mes antes Pele y Romario dijeron que no tenía chances.
La peor defensa. El campeón Francia arrancó con el pie izquierdo, perdió con el debutante Senegal 1-0 y se fue eliminado en primera ronda, sin haber convertido ni siquiera un gol, pese a contar con los goleadores de las ligas de Inglaterra, Italia y Francia: Henry, el franco argentino Trezeguet y Cissé. El astro Zidane no jugó en los dos primeros partidos, por lesión. El campeón de la defensa más pobre.
El triángulo de O Fenómeno. El gran Romario sorprendió con su peculiar corte de pelo, con un triángulo de cabello sobre el casco rapado. Se dijo que había comentado que era para que su pequeño hijo Ronald no lo confunda con Roberto Carlos. Pero el propio delantero develó el misterio: "Venía de una lesión y lo hice para desviar el tema de conversación. Cuando me vieron así todos se olvidaron de la lesión".
La última locura. Argentina llegó como favorita al torneo, por su impecable Eliminatoria como puntero. Pero el equipo de Marcelo Bielsa decepcionó. Venció a Nigeria (un clásico), perdió con los ingleses (otro clásico) y desnudó su impotencia en el 1-1 con Suecia. Tuvo el 65 por ciento de la posesión del balón, en vano. Eliminación en primera ronda para el peor fracaso desde 1958. Aún así, AFA le renovó contrato.
Fiebre amarilla. Primer Mundial del tercer milenio. Arrancó en Corea y finalizó en Japón. Cada país aportó 10 sedes, en ciudades distintas (récord), pero sin tradición futbolera. En Paraguay-Sudáfrica, 25 mil espectadores en un estadio para 60 mil. Afuera en primera ronda campeones como Argentina y Francia, y gran campaña de Turquía (tercero) y Corea (cuarto).
Nos madrugaron. Se jugaba al otro lado del mundo y había que levantarse de madrugada para ver los partidos. O pasar de largo. Ultimo Mundial para alentar a Batistuta (máximo goleador Albiceleste en Mundiales, con 10); para el Cholo Simeone con el cuchillo entre los dientes, para la Brujita Verón, insultado por ir al trotecito; y para Caniggia, expulsado en el banco por insultar en el último sin jugar un minuto.
La guerra de Corea. La poderosa Italia volvió a ser eliminada en un Mundial por Corea, en este caso del Sur. Ocurrió en octavos, cuando uno de los anfitriones del torneo se impusieron 1-0 tras un arbitraje escandaloso del ecuatoriano Byron Moreno, quien anuló incorrectamente un gol Azurro y expulsó a Totti. En Cuartos, los coreanos eliminaron a España, con el árbitro egipcio Gamal Al Ghandour en el ojo de la tormenta.
Cafú, a lo Pelé. El lateral es el único en haber disputado tres finales. Superó a Pelé, tricampeón pero jugando dos partidos decisivos. Cafú ganó la de 1994 ante Italia (era suplente y entró como titular en la finalísima). En 1998 cayó a manos de Francia y tuvo final feliz en 2002, frente a Alemania y como capitán. En sus inicios era extremo, y lo había rechazado en San Pablo, Santos, Palmeiras y Corinthians.
Ro-Ro. Ronaldo venía de un acto fallido en la Copa anterior, y tuvo desquite. Ronaldinho Gaucho pudo darse el gusto de ser campeón en la cancha, tras purgar la fecha de suspensión por la expulsión ante Inglaterra en Cuartos, y tras un golazo de tiro libre. Su fama de amante de la noche casi iguala la del futbolista. Hasta pidió construir un túnel entre su casa en Porto Alegre y la discoteca de enfrente.
Khan y su tarde perros. El alemán Oliver Khan fue el primer arquero en ganar el Balón de Oro en un Mundial. Había concedido un solo gol, ante Irlanda, hasta la fatídica final con Brasil. Un error de principiantes le costó un gol, y Alemania perdió 2-0. La votación había sido antes de ese partido y Khan se la ganó a quien después fue su verdugo, Ronaldo (147 votos contra 126). Algunos lo llamaban el Titán, otros el Ogro.
El día del arquero. Mohamed Al-Deayea, de Arabia Saudita, alcanzó una triste marca: ser el arquero más goleado de los Mundiales. Recibió en total 25 goles en cuatro Copas (jugó las de 1994, '98 y '02) e igualó al mexicano Antonio Carbajal. En esa copa sufrió el 8-0 de Alemania. De todos modos, a salvo de los 10 que recibió el salvadoreño Mora en 1982 (10 en un partido) y de los nueve del coreano Duk Yung en 1954.
Café turco. Hakan Sukur abrió el marcador para Turquía contra Corea del Sur a los 11 segundos y convirtió el gol más rápido en la historia mundialista. Fue por el partido del tercer puesto. Capitán y goleador histórico de su Selección, en 2015 lo acusaron de ser parte de un intento de Golpe de Estado al régimen del presidente Erdogan. Se exilió en Estados, donde atiende un café en Palo Alto (California).
Capitán América. Así apodaban a Landon Donavan, figura de Estados Unidos y especialista en convertirle goles a México, como ocurrió en el 2-0 en esa Copa. Al día siguiente de la eliminación ante Alemania en Octavos de Final, volvió raudamente a su país para jugar en el San José Earthquakes de la Major League Soccer.
L'eterno capitano. Con 2.217 minutos en cancha, Paolo Maldini se convirtió en el futbolista que más jugó en los Mundiales. Como zaguero, lateral, y capitán. Lo hizo a lo largo de 23 partidos, desde Italia '90 a Corea-Japón 2002. Se retiró en 2009, con casi 41 años, y tras jugar 25 años en el que fue su único club, el Milan.