En un día como hoy, pero de 1994 el piloto breasileño Ayrton Senna chocó en la curva Tamburello del Gran Premio de San Marino y perdió la vida. Senna chocó casi de frente contra una pared de hormigón y, aunque fue atendido por los medicos en plena pista, no pudieron salvarlo.
En el marco de la investigación que desarrolló la justicia italiana para identificar a los culpables del accidente, no encontraron motivos para condenar a Frank Williams, al director técnico Patrick Head ni al diseñador del auto Adrian Newey luego de que fueran demandados.
En su autobiografía, Newey reconoció sentirse responsable por la tragedia que le causó la muerte al piloto: "Siempre me sentiré responsable de la muerte, pero no culpable", escribe.
"Fui uno de los altos ejecutivos de un equipo que diseñó un auto en el que un gran hombre murió. No importa si esa columna de dirección causó el accidente o no. Es imposible olvidar el hecho de que una pieza de diseño era mala, que nunca debería haberse permitido en el coche", confesó.
En Brasil, una multitud acompañó el cotejo fúnebre de quien fue uno de los pilotos más queridos del mundo.