Como decía el contractualista John Locke: “Donde no hay ley, no hay libertad”. El problema es que algunas ciudades han llevado el poder legislativo demasiado lejos y sancionando leyes como estas:
1. MATARÁS A UN ESCOSÉS En la ciudad de York (Inglaterra), está permitido asesinar a un escocés dentro de las antiguas murallas, pero sólo si lleva un arco y flechas.
2. PERDERÁS LA CABEZA POR PLACER En Indonesia, la masturbación está penada con la decapitación. Allí, Jim Levenstein es un maldito criminal.
Leé la nota completa en Rumbos Digital.