El fiscal que debía llevar adelante el megajuicio contra Lázaro Báez, Carlos Giménez Bauer, renunció para jubilarse y la Procuración está analizando cómo reemplazarlo.
Eduardo Casal, quien asumió como procurador interino tras la salida de Alejandra Gils Carbó , estudia la posibilidad de armar un grupo de fiscales. "Dependerá de cómo quede armado el expediente", dijo a La Nación una alta fuente de la Procuración, ya que el juicio podría convertirse en el gran proceso de corrupción contra el kirchnerismo.
Este miércoles, el tribunal Oral Federal 2, que recibió por sorteo la causa contra Cristina Kirchner por el presunto direccionamiento de obra pública, se desprendió del caso y se lo envió al Tribunal Oral Federal 9 por "conexidad" con la causa de lavado contra Báez.
El TOF 9 deberá decidir ahora si acepta juzgar todo junto. Después podrían sumarse otras causas contra Cristina Kirchner, como Hotesur y Los Sauces. En la Procuración sostienen que, de concretarse esto, no sería conveniente que un único fiscal acumulara semejante trabajo.
Si no se arma un equipo de fiscales, se mantendría el modelo actual, que consiste en que los funcionarios de las fiscalías que llevaron los casos en la instrucción colaboren con el fiscal de juicio que resulte designado.
La renuncia de Giménez Bauer no fue una sorpresa en la Procuración, ya que venía anunciando su voluntad de irse y tenía la jubilación acordada. Se irá el 1º de mayo, lo que le permitiría, según calculan, terminar él con la etapa de ofrecimiento de prueba para el juicio.