Unos 77 presos continúan prófugos después de la revuelta en la cárcel de Goiás que dejó nueve detenidos muertos y 14 heridos, cuando se cumple un año de la masacre carcelaria en la ciudad amazónica de Manaos.
La violenta disputa entre bandos rivales en la Colonia Agroindustrial, una cárcel del Complejo Carcelario de Aparecida de Goiania, en la región central del país sudamericano, derivó en la fuga de 106 internos, pero 29 fueron recapturados este lunes por las fuerzas de seguridad, informó el diario Globo.
El periódico reportó que otros 127 presos también salieron de la unidad durante la revuelta, pero regresaron cuando la situación fue controlada.
De acuerdo con la Superintendencia Ejecutiva de Administración Penitenciaria (SEAP), un grupo de presos del régimen semiabierto invadió un pabellón donde se encontraban reos rivales y prendieron fuego varias instalaciones.
"(Había) muchos cuerpos carbonizados, dos fueron decapitados y algunos tenían las vísceras expuestas", dijo el delegado policial Eduardo Rodovalho a Globo.
"La mayoría de los fugitivos, en realidad, son de las alas (del penal) atacadas. Creo que mucho estaban huyendo del propio ataque", explicó Rodovalho, que habló también de instalaciones "destruidas".
Los atacantes cruzaron a las otras zonas de la cárcel a través de un agujero hecho en la pared. Aún no está claro si la pelea está relacionada con una guerra entre grupos criminales que se trasladó al presidio.
"No fue un acto de fuga, no fue exactamente una rebelión, sino una acción de un pabellón contra otro. La rebelión generalmente es para reivindicar alguna cosa", explicó Edson Costa Araujo, superintendente de la Secretaría de Seguridad Pública de Goiás, en declaraciones recogidas por el diario O Estado de Sao Paulo que reproducen las agencias de noticias EFE y DPA.
Los familiares de los presos se reunieron a las puertas del presidio en busca de nuevas informaciones y oraron por sus parientes, mientras las imágenes de la masacre corrían por los dispositivos de mensajería instantánea.
De acuerdo con el SEAP, el Grupo de Radiopatrulla Aérea (GRA) de la policía militar participaba de la búsqueda de los prófugos. El operativo cuenta con un helicóptero que monitorea los alrededores de la unidad.