El conmovedor video de Keaton Jones, un niño norteamericano que lloraba mientras relataba el bullying que sufría a diario por parte de sus compañeros, se volvió viral en cuestión de horas y alcanzó las 25 millones de reproducciones.
Luego de una ola de solidaridad generalizada para con el menor, incluyendo varias muestras de apoyo de personalidades famosas, los gestos de compasión se opacaron por diversas denuncias en contra de la familia del chico de 11 años.
Entre ellas, surgieron acusaciones de racismo en contra de la madre de Keaton: los usuarios hallaron una cuenta de Instagram bajo el nombre de Kimberly Jones, en la que pueden verse fotos con banderas confederadas, símbolo del pasado racista y esclavista de los Estados Unidos.
Estas versiones fueron contradichas por los Jones, quienes alegaron que se trata de cuentas falsas creadas en su nombre y negaron ser las personas involucradas en las imágenes. "Quienes nos conocen, a mí y a mi familia, saben que no somos racistas", protestó en Twitter la hermana mayor de Keaton, Lakyn.
Sin embargo, la difamación hacia la familia de la joven víctima de acoso escolar no terminó ahí. A través de la web, también aparecieron varios portales falsos que recaudaban dinero sin tener ningún tipo de vínculo con los Jones.
Nuevamente, la hermana se pronunció para aclarar que no estaban organizando ninguna campaña de recolección de dinero. De todas maneras, la polémica en torno a Keaton Jones quedó instalada y promete continuar...