Durísimas imágenes, pero tristemente reales. Eso exhibe el video que difundió la ONG ecologista Sea Shepherd en las últimas horas, en el cual se observa cómo desde un buque japonés cazan ballenas en la Antártida.
Filmadas en 2008 desde un patrullero australiano, la grabación muestra a balleneros nipones en aguas antárticas mientras sacan cadáveres de ballenas de un mar ensangrentado.
"El Gobierno australiano censura este video desde hace años. La principal razón era que las imágenes de esta horrible masacre iban a perjudicar las relaciones diplomáticas con Japón", declaró en un comunicado el director de Sea Shepherd, Jeff Hansen.
Pese a las trabas impuestas, desde el organismo ecologista reclamaron ante el Comisario australiano de Información, que tiene potestad para evaluar las decisiones gubernamentales en lo relacionado a la libertad de información, y el ministerio recibió la orden de acceder a la publicación de los registros.
La asociación llevaba 12 años efectuando espectaculares operaciones en alta mar con el objetivo de impedir que los navíos japoneses cazaran ballenas. Afirmó haber salvado miles de cetáceos, al tiempo que revelaba ante el mundo las actividades ilegales de los balleneros.
Japón firmó la moratoria sobre la caza de la Comisión Ballenera internacional pero utiliza un vacío en el texto que autoriza la caza de cetáceos con fines científicos.
La Corte Internacional de Justicia ordenó en 2014 a Japón que pusiera fin a sus campañas regulares de caza en aguas del Antártico, subrayando que estas se correspondían con los criterios científicos requeridos.
Japón anuló la campaña 2014-2015 pero al año siguiente retomó la caza, presentando otro programa fundamentado, según Tokio, en verdaderos motivos científicos.