Una joven estrella de la NBA femenina confesó que fue abusada sexualmente a los 9 años

Breanna Stewart compartió el calvario que vivió de niña con una carta a través del portal The Players Tribune.

FILE - This June 10, 2016 file photo shows Seattle Storm's Breanna Stewart during a WNBA basketball game against the Connecticut Sun in Uncasville, Conn. Stewart says she was the victim of sexual abuse as a child. The Seattle Storm forward describes the abuse in an essay posted Monday, Oct. 30, 2017 on the Players’ Tribune website. (AP Photo/Jessica Hill, file)
FILE - This June 10, 2016 file photo shows Seattle Storm's Breanna Stewart during a WNBA basketball game against the Connecticut Sun in Uncasville, Conn. Stewart says she was the victim of sexual abuse as a child. The Seattle Storm forward describes the abuse in an essay posted Monday, Oct. 30, 2017 on the Players’ Tribune website. (AP Photo/Jessica Hill, file)

Son tiempos en los que distintos famosos y deportistas comienzan a revelar historias oscuras de su pasado, y quien aprovechó ahora para abrirse públicamente es la basquetbolista estadounidense Breanna Stewart.

Stewart, considerada como una de las estrellas del futuro de la NBA femenina (WNBA), reveló que fue abusada sexualmente cuando tenía 9 años mediante una desgarradora carta titulada 'Me Too' (Yo También) en el portal The Players Tribune.

"Recuerdo que olía a cigarrillos y suciedad. Era un trabajador de la construcción y fumaba, jamás podré olvidar ese olor", inició Stewart su crudo relato, el cual ya se viralizó por la crudeza de su testimonio.

"Solía ​​dormir en las casas de mis familiares todo el tiempo. Él vivía en una de las casas donde más dormía. Había un gran sofá en la sala de estar y me quedaba despierta hasta tarde, viendo televisión. Allí también dormía, no había dormitorio de huéspedes. Oía sus pasos bajando las escaleras. Se sentaba a mi lado, fingiendo ver televisión. A veces, nunca subía a dormir y simplemente esperaba en el sofá. Sabía lo que vendría después. "Está bien", decía. Me tocaba e intentaba que lo tocara. A veces intentaba apartar mi brazo, pero no era tan fuerte. Solo era una niña. ¿Conocen esos sueños en los que intentas huir pero tu cuerpo no se mueve? Esa era yo: paralizada, en silencio", confesó la actual figura de Seattle Storm.

No obstante al calvario que le tocó padecer, Stewart consiguió que el básquetbol sea para ella "una especie de lugar seguro pero ningún espacio se sentía completamente seguro" porque el agresor también la perseguía durante el día: "A veces salía de la escuela y sucedía a plena luz del día. Él siempre encontraba la manera de estar cerca mío en público. Era sutil: se sentaba a mi lado en una mesa o, cuando nadie miraba, intentaba tocarme el trasero."

Dos años tardó Stewart para poder contarle lo que había vivido a sus padres, y así lo recordó: "Tenía 11 años y estaba en mi propia cama. Mis padres acababan de construir una nueva casa. Eran alrededor de las 3 de la madrugada. Fui a la habitación de mis padres. '¿Mamá? Mamá, tengo que decirte algo'. La lleve a mi habitación. Me acosté en mi cama mientras ella se sentaba en el borde. Señalé mis partes privadas, y dije, 'Mamá, él me tocó allí'. Ella despertó a mi papá. Recuerdo que mis padres llamaron a la policía y que toda mi familia estaba en mi casa cuando salió el sol. Sé que fui a la estación de policía y di una declaración. Mi padre más tarde me dijo que el tipo había confesado todo a la Policía".

Con un promedio de 19,1 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias, 1,2 robos y 1,7 tapones por partido en sus primeras dos temporadas en la WNBA, Stewart sigue siendo considerada la estrella del futuro de la disciplina en su país y por eso aprovechó para dejar un mensaje para las víctimas de violación.

"Si te están maltratando, cuéntaselo a alguien. Si esa persona no te cree, cuéntaselo a alguien más. Un padre, un miembro de la familia, un maestro, un entrenador. La ayuda está ahí. No quiero que me definan más solo por lo bien que juego baloncesto. Ambas cosas son parte de mí, me hacen lo que soy. Todos somos un poco más complicados de lo que parecemos. Y finalmente puedo dormir tranquila", aconsejó.