La economía de la región se contraerá este año 9,1% y se perderán unos 44 millones de empleos registrados producto de la crisis que generó la pandemia de Covid-19, mientras que la recuperación será lenta y con serios problemas de financiamiento, pudiendo demandar hasta una década volver a tener el nivel de actividad económica de 2019.
Este panorama oscuro fue trazado en la mañana de este miércoles por Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en un evento que organiza el Banco Central argentino.
Las proyecciones de la CEPAL indican que la región está ante “una lenta recuperación” en un contexto global “mundial muy complicado” debido a la “vulnerabilidad financiera” por un sobreendeudamiento que ya a fines de 2019 era del 320% del Producto Interno Bruto mundial.
El sistema financiero enfrenta caídas de rentabilidad que se pueden traducir en una reducción de crédito y liquidez en el futuro –dijo Bárcena-, por lo que los países afrontarán dificultades para para encontrar financiamiento a tasas accesibles y de largo plazo.
Por ello, para la CEPAL, es clave el rol que puedan tener las políticas monetarias y fiscales internas de los países, “dentro de un marco de sostenibilidad”, para atender las demandas sociales incrementales.
Según Bárcena, retomar los niveles de actividad económica a niveles de 2019, antes de la explosión de la pandemia de Covid-19 será "mucho más lento" que lo registrado tras el colapso de las hipotecas subprime en los Estados Unidos en 2008.
Si la región se pusiera en marcha en 2021 y tasa de recuperación económica se ubicara en el 3% anual, se llegaría a recuperar los niveles pre pandemia recién en 2023. Pero si se registra una tasa del 1,8% (que es el promedio de la última década), podría llegarse a esos niveles recién en 2025.
Pero si se tiene en cuenta que la región creció a una tasa de apenas el 0,4% en el último sexenio (entre 2014 y 2020), la región tardaría al menos una década en volver a tener los niveles de actividad económica de 2019.
"La pandemia ha tenido un impacto muy grande en lo económico, lo productivo y lo social. Las secuelas van a ser más largas de lo esperado. Es decir, vamos a tener una crisis de mediano plazo en el crecimiento, la desigualdad, la pobreza, el desempleo y la productividad", señaló.
Y precisó que, para la CEPAL, "esta es la peor crisis en cien años". La caída que estimada para la región es del 9,1%. Pero sobre todo, con un PBI per cápita que será igual al de 2010. "Una década perdida", acotó Barcena. Y agregó que el desempleo puede llegar alcanzar a 44 millones de personas.
La pobreza podría alcanzar a 231 millones de personas en la región, equivalente al 37,3% de la población; y la indigencia afectaría a 96 millones de personas, es decir, al 15,6%.
Bárcena expresó su preocupación por los niveles de caída de las inversiones privadas en el contexto de la crisis y señaló que se espera que el 2020 cierre con un descenso del 11,5% en las exportaciones de bienes y servicios de América Latina y el Caribe. “Así pues la recuperación se complica”, dijo.
Bárcena participó este miércoles del panel "América Latina y el Caribe: políticas macroeconómicas activas para la recuperación" en las Jornadas Monetarias y Bancarias 2020 organizadas por el Banco Central.
Allí consideró que para la recuperación social y económica será esencial mantener las políticas monetarias expansivas y fiscales activas, marcando los Estados una fuerte presencia, “dentro de un marco obviamente de sostenibilidad de los ingresos”.