"Necesitamos una reforma laboral, pero no a la brasileña", afirmó el presidente de la UIA

Miguel Acevedo analizó la temática y dijo que Argentina "tiene que moverse en el marco de lo ideal y no de lo posible". 

"Necesitamos una reforma laboral, pero no a la brasileña", afirmó el presidente de la UIA
Miguel Acevedo\u002E

El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, dijo hoy que "Argentina necesita una reforma laboral, pero no a la brasileña", porque tiene que "moverse en el marco de lo ideal y no de lo posible".

"La industria y los sindicatos tienen que seguir sentándose a dialogar para mejorar la productividad y la competitividad, pero no podemos plantear una reforma laboral como fue la de Brasil", remarcó Miguel Acevedo en diálogo con Télam.

Acevedo sostuvo que la UIA viene hablando con el Gobierno y los gremios "por el tema de la reforma desde hace bastante tiempo".

"Entendemos que una reforma como la de Brasil genere que un país del que dependés se haga más competitivo, pero acá no la podés hacer, hay que trabajar en salidas distintas", aclaró.

La semana pasada, el CEO y fundador de MercadoLibre, Marcos Galperín, había dicho desde su cuenta en la red social Twitter que, ante la reforma laboral de Brasil, Argentina podía "imitarla, salirse del Mercosur o resignarse a perder millones de empleos a (favor de) Brasil".

Cómo es la ley brasileña

En julio pasado, el Congreso de Brasil aprobó una reforma laboral que, entre otras cuestiones, da preeminencia a los acuerdos laborales por empresa; apuesta a la tercerización y flexibiliza las condiciones de estabilidad de los empleados.

La nueva ley incluye cambios sustanciales como el fin de la negociación colectiva obligatoria, es decir que una patronal podrá negociar condiciones con cada empleado, sin tener como referencia los pisos salariales fijados por las convenciones de los sindicatos.

También flexibliiza la jornada de trabajo y crea el llamado trabajo intermitente, que considera autónomo a un trabajador al que convoca a trabajar apenas por horas, es decir, cuando lo necesita, sin tener en cuenta el valor del salario mensual como referencia.

Según las encuestas, más del 70 por ciento de la población brasileña estaba contra de la reforma laboral cuando fue sancionada.