El viaje se convirtió en pesadilla. Es una frase corta pero que describe a la perfección lo que está viviendo Maxi Noli, un argentino que fue a Miami y tuvo que escaparse a Orlando por la amenaza del Huracán Irma. Vía País se comunicó con él para contar su experiencia en Estados Unidos.
"Llegué el lunes a la noche a Miami y no había leído nada. Recién al día siguiente tomé dimensión, en el hostel había un revuelo y mucha gente preguntando por el huracán; también había muchos en el aeropuerto a los que no les cambiaban los pasajes", cuenta Noli en sus primeros días en suelo estadounidense.
Con el paso de la horas, la noticia se magnificó y las autoridades se refirieron al respecto. "Habló el Alcalde de Miami para que evacuen entre miércoles y jueves. A partir de ese anuncio, tuvimos que escaparnos a Orlando", explicó el argentino de 25 años, quien agregó: "La gente que se quedaba en el hostel el fin de semana tenía dos planes: ir a un centro de evacuados o quedarse cuatro o cinco días más con todo tapeado".
La decisión estaba tomada: irse cuanto antes de Miami. La idea fue irse a Orlando pero el viaje no fue nada sencillo debido al colapso que se generó a partir del anuncio del Alcalde. "El viaje a Orlando fue terrible; se tarda normalmente dos horas y tardamos siete. Las rutas estaban repletas, la gente está muy asustada, los que podían se fueron. Nos encontramos bastante gente que salió rápido pidiendo plata porque no tenían ni dónde dormir", cuenta.
"En Orlando todavía la gente no está tan preocupada pero la alerta va en aumento. Ayer, estábamos en el parque Volcano Bay, vino una tormenta y cerraron, no se sabe si volverá a abrir en estos días", dice Noli.
Por último, dio detalles del desabastecimiento en los mercados y en las estaciones de servicio: "Cortaron el suministro de agua potable y es imposible conseguir una botella de agua, arrasaron todos los mercados, no dieron abasto. Y las estaciones de servicio tienen filas infinitas, hay muchas que ya están cerradas porque no tienen más nafta".
