Este niño ruso se animó a jugar contra el ex campeón mundial y maestro Kárpov con el fin de demostrar su gran habilidad. Osipov nunca se echó para atrás, combatió hasta el final, por eso cuando perdió la angustia lo invadió y su reacción dejó en evidencia que detrás de ese gran jugador había una criatura que necesitaba la contención de su mamá.
Continuá leyendo la nota en Rumbos Digital.






























