Martín Piroyansky: "No puedo parar de hacer cosas"

Reconoce su necesidad de estar todo el tiempo desarrollando proyectos. Ahora disfruta del éxito de Mamá se fue de viaje y presenta su nueva serie web, El Galán de Venecia, pero ya piensa en su próxima película como realizador. (De La Razón)

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Dario Doallo
ddoallo@larazon.com.ar

La llegada de La Razón interrumpe a Martín Piroyansky en plena escritura.

Se lo veía concentrado dándole a las teclas de su notebook en un barcito palermitano, pero aprovecha la entrevista para meter un descanso.

¿Se puede saber qué estás escribiendo?

“Una película, pero todavía está muy verde. Vamos a ver qué pasa...”, adelanta Martín, que ya cuenta con dos películas como director: “Abril en Nueva York” y “Voley”, con la cual demostró todo lo que se suele decir de él, encontrando la respuesta del público.

En una oportunidad dijiste que tu próxima película iba a ser más madura, algo acorde a tu edad. ¿Es así?

Todo el tiempo está la idea de hacer algo más maduro. Obviamente no va a tener el tono joven de “Voley”, pero sí va a ser graciosa. No me puedo ir de ahí, pero sí va a ser más dramática.

El personaje es más grande, vive con la novia, es otra cosa...

¿Dónde encontrás el puntapié para comenzar a desarrollar una idea?

La mayor parte de mis ideas siempre son cosas que me angustian mucho, y eso me parece que le da mucha fuerza a las ideas. Después anoto muchas cosas, ideas, frases y con el tiempo las que vuelven las voy pensando. Pero en general surge de cosas muy angustiantes y después se van para el lado del humor.

¿Hay presión por la próxima película?

Más que presión siento una expectativa.

La única presión que tengo es más a nivel a comercial, después las ganas de hacer otra película las tengo y que la gente me pregunte me da mucho ánimo para hacerla.

¿La presión comercial viene por el lado de los cien mil espectadores que consiguió "Voley"?

Exactamente. Un productor en ese momento me dijo: “Superamos los cien mil, ahora es tu piso”. De pronto lo lindo se transformó en “ahora tengo que seguir de acá para arriba”.

Para mí lo fundamental es escribir cosas genuinas. “Voley”, más allá de toda esa impronta comercial que tenía de base, era genuina, partía de un lugar genuino. Incluso el elenco, eran los actores que más me gustaban, no es que especulé con llamar a tal o cual porque eran famosos. Sí está ese fantasma de si lo próximo será atractivo para el público, pero me lo respondo diciendo “Espero que esté buena la peli, luego vemos”.

Martín no oculta su alegría por el excelente rendimiento de "Mamá se fue de viaje", el film de su amigo Ariel Winograd, en el cual encarna al rival laboral de Diego Peretti, y también por el buen arranque de "El Galán de Venecia", su nueva serie web para el canal de la Universidad de Tres de Febrero que ya alcanzó las 20 mil reproducciones.

En "El Galán...", Piroyansky encarna al típico protagonista de una novela, aunque con algunos toques especiales. Con un elenco similar a "Tiempo libre", que marcó su exitoso debut en el mundo de las series web, la ficción apuesta por la parodia a los culebrones y se ríe de ellos. La trama es la típica de este género: Galán (así es su nombre) es un humilde plomero que es contratado para trabajar en la casa de un millonario y, como no podía ser de otra manera, se enamora de su joven hija, Venecia (Laila Maltz), pero por las diferencias de clase no pueden estar juntos.

Después está el clásico mayordomo confidente de Venecia, la malvada, la familia sufrida de Galán...todo ambientado en tres locaciones que fueron realizados digitalmente en formato 3D, que le agregan un plano algo futurista a esta historia breve (son doce capítulos de diez minutos), ideal para disfrutar en los ratos libres.

“A mí me encanta desnudar el artificio. Mirar a cámara y decir ‘esto es mentira’. La serie es una parodia, que en sí mismo hace referencia a algo. Si nunca viste una novela no te va a gustar, justamente te gusta porque tenés muchas novelas encima”, cuenta Piro.

¿Cómo te surgió esta idea?

Partió de dos lugares. Uno es que hace muchos años quería hacer una serie toda con croma (esa pantalla verde que luego se puede reemplazar por cualquier imagen). Es un recurso que me parece muy bueno, te da libertad para inventar lo que quieras.

Y por otro lado está el fenómeno “Dulce Amor”, en el que descubrí que había una gran cantidad de gente que la veía irónicamente. El famoso consumo irónico que llegó a un nivel masivo. El género novela dio la vuelta, ahora todo el mundo reconoce los clichés, las exageraciones...

Entonces dije ‘acá hay algo’ y se me unieron las dos cosas. “El Galán...” son dos caprichos unidos.

¿Las series web son tu lugar de experimentación? ¿Hubieras propuesto algo así para cine o televisión?

Yo sí la hubiera hecho en otro lado pero no me la hubieran financiado. Por ahora, dado el bajo presupuesto y el poco riesgo que tienen las series web, estas cosas son posibles. Es un lugar muy bueno para experimentar.

Cuando las marcas se acerquen más a lo web y ya haya una fila de personas opinando se va a perder un poco eso. Pero siempre son necesarios estos lugares para experimentar.

No sé cuanta popularidad pueda llegar a tener “El Galán...” pero quizás eso opera en la cabeza de otro que por ahí hace algo más popular en el futuro tomando algo de ahí. Toda la situación experimental y más under siempre son las fuentes de alimento de lo mainstream, que acá encuentra muchas nuevas ideas, incluso nuevos actores.

Durante la charla, Piro habla de su próxima serie web ("Parecidos"), de nuevos trabajos como actor (se viene la película "El último traje", con Miguel Ángel Solá), de su gusto por filmar comerciales y su deseo de dirigir algún capítulo de una serie yanqui. "Más por ver cómo es y aprender que por el sueño", cuenta y sigue enumerando proyectos, en su mayoría detrás de cámaras.

“Me gusta la actuación, pero ya no es mi prioridad. Prefiero dirigir”.

¿Sos un obsesivo del laburo?

Sí, no puedo parar. Me gustaría poder parar y disfrutar más de no hacer nada. Pero todo el tiempo estoy tarde. Por ejemplo, "Voley" la empecé a escribir a los 21 y la filmé a los 29. Entonces cuando tengo un momento libre me pongo con algo que tengo hace rato encarpetado. Pasa que me gusta mucho filmar, me encanta. Más que escribir, que me cuesta un poco... Me gusta el rodaje, probar cosas. Es algo que nunca termino de aprender.