Tras el atentando que sacudió a España, miles de personas se acercaron a dejar mensajes en solidaridad con la víctimas que murieron en La Rambla en Barcelona.
El 20 de agosto pasado, un hombre se colocó en la calle junto a un cartel, escrito en cinco idiomas, con el mensaje "soy musulmán, no soy terrorista, reparto abrazos de amor y paz".
La gente se acercó al hombre y comenzó a abrazarlo y el gesto se viralizó a través de las redes sociales.
Algo similar sucedió después de los atentados de París, en 2015, donde un joven se colocó en la Plaza de la República con dos carteles que decían: "soy musulmán, pero no terrorista" y "yo confío en ti, ¿tú confías en mí?".