Los fetos rara vez se infectan con el nuevo coronavirus dado que la placenta parece producir muy pequeñas cantidades del receptor que el virus utiliza para penetrar en las células humanas, reveló un estudio realizado en Estados Unidos.
Un bebé nació en Francia en marzo después de haber sido contaminado durante el embarazo, según un estudio publicado el martes por la revista Nature, el primer contagio de este tipo de acuerdo con los médicos que hicieron seguimiento a la madre.
El bebé tuvo síntomas neurológicos que se han relacionado con el covid-19 en adultos, pero se recuperó en tres semanas.
Teniendo en cuenta esto, en Italia, investigadores que estudiaron a unas 30 madres infectadas encontraron rastros del virus en una placenta, el cordón umbilical, la vagina de una madre y la leche materna, pero ningún bebé nació positivo para el SARS-CoV-2.
El nuevo estudio, realizado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y publicado en la revista eLife también el martes, se basa en la secuenciación del material genético tomado de la placenta y de las membranas que contienen líquido amniótico.
Estas células no tenían las instrucciones genéticas para fabricar el receptor llamado ACE2, que se encuentra en otras partes del cuerpo y que se ha identificado como la puerta de entrada para el coronavirus, particularmente en los pulmones o el sistema digestivo.
"Las moléculas necesarias para que las células sean susceptibles de ser infectadas por el SARS-CoV-2 rara vez se manifiestan en la placenta", dijo a la AFP el autor principal, Roberto Romero.
Por el contrario, los científicos constataron que las instrucciones genéticas necesarias para la creación de los receptores utilizados por el virus del zika o los citomegalovirus estaban presentes en forma abundante.
"Esto demuestra que nuestros experimentos tienen sentido", agrega Romero. Este trabajo ayudaría a explicar por qué la llamada transmisión "vertical" de la madre al bebé es tan inusual, del orden del 2% de los embarazos en los que la mujer de positivo al virus.
Para estos bebés, los investigadores sostienen que el virus puede estar usando otra puerta de enlace, con moléculas diferentes al receptor ACE2, pero aún ignoran de cuáles se trata.