El ajuste en las restricciones cambiarias que viene generando el Banco Central se sintió este lunes: el tipo de cambio minorista cayó por primera vez desde el 7 de abril por la menor demanda y la entidad rectora se alzó con 100 millones para engrosar las reservas.
En los bancos, el tipo de cambio minorista cerró en un promedio de 70,72 pesos para la venta, cuatro centavos menos que el viernes. Y el dólar solidario, que contempla el impuesto País del 30%, se ubicó en los 91,94 pesos.
Este lunes debutó la nueva declaración jurada que exige el Central para el acceso al mercado de cambios, ya sea por ventanilla o internet. Como las entidades estuvieron actualizando sus sistemas, hubo inconvenientes durante la jornada para comprar divisas.
No solo hubo menor demanda de dólares por parte de ahorristas (a pesar del reciente pago de salarios) sino también por parte de empresas, dado que se incrementaron las restricciones hasta para las compañías que importan bienes e insumos.
Mientras, los depósitos en dólares continúan con un retroceso por goteo pero sostenido de 40 millones por día. Este lunes descendieron nuevamente a 16.918 millones. Desde que el kirchnerismo ganó las elecciones primarias en agosto, la caída es del 47,9%.
Hay varios factores que impactan: la desconfianza sobre la política económica, la escasez de divisas del país (las reservas netas están en apenas 7.000 millones de dólares, según estimaciones privadas), la emisión monetaria y el no saber qué pasará con la deuda.
Miguel Pesce, presidente del Central, dijo días atrás que espera "liberar más el mercado" una vez que la Argentina llegue a un acuerdo con los acreedores. En el Banco Central son críticos de la demora en las negociaciones.
Esto genera cierto nivel de tensión con el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien tampoco habría estado de acuerdo con la suba de tasas en pesos que decidió Pesce recientemente.
En el mercado financiero ya sobrevuelan los trascendidos que indican que una vez que se anuncie el acuerdo por la deuda, pasado el 12 de junio, podría haber cambios en la autoridad monetaria. Esto, no obstante, no fue confirmado por el Gobierno.
Para la economista Mariela Díaz Romero, del estudio Econviews, la inestabilidad que prevalece sobre el peso y la creciente demanda de dólares responde a señales que da el gobierno en su conjunto, y no una parte de él.
La economista dijo este lunes que las políticas fiscal y monetaria expansivas generaron una fuerte baja en las tasas de interés que, sumado a la renegociación de la deuda externa, pusieron presión a la brecha cambiaria con los dólares libres o financieros.
“Con un buen arreglo de la deuda, el tipo de cambio financiero en los niveles actuales con brecha del 70% luce alto. Sin embargo, hay mucha incertidumbre, que está implícita en ese nivel de brecha” indicó la economista.
Agregó que la brecha es consistente en este contexto tan complicado para Argentina, con pocas reservas, controles cambiarios (que van creciendo) e inflación persistente, que por ahora no muestra un rumbo claro.
eEn ese contexto, Pesce sigue ajustando el cepo. Ahora, para comprar los 200 dólares por mes que permite el cepo cambiario impuesto el 28 de octubre de 2019, habrá que completar un papel en el que se jura sobre ciertas situaciones ante el Banco Central.
En la declaración jurada, el cliente debe dejar constancia que al momento de acceso al mercado de cambios la totalidad de sus tenencias de moneda extranjera en el país se encuentran depositadas en cuentas en entidades y que no posee activos externos líquidos disponibles. Es decir, que no tiene “dólares en el colchón”.
Son considerados activos externos líquidos, entre otros: las tenencias de billetes y monedas en moneda extranjera; disponibilidades en oro amonedado o en barras de buena entrega; y depósitos a la vista en entidades financieras del exterior.
También otras inversiones que permitan obtener disponibilidad inmediata de moneda extranjera, como por ejemplo inversiones en títulos públicos externos, fondos en cuentas de inversión en administradores de inversiones radicados en el exterior, criptoactivos y fondos en cuentas de proveedores de servicios de pago.