La posibilidad de emitir un billete con valor superior al de $ 1000 siempre estuvo presente. A fines del año pasado, el Banco Central adelantó que en la gestió de Alberto Fernández se emitirían billetes de mayor denominación.
El nuevo billete de $ 5000 ya casi está listo. Su diseño está confeccionado, su producción está en marcha y ya se habla de una posible fecha en la que empezará a circular. De hecho, ya se compraron el papel y las tintas, y están ultimando detalles, como las medidas de seguridad y el cronograma de entrega.
La primera partida debería estar en manos del organismo que conduce Miguel Pesce a mediados de junio. Luego, el timón de la entidad monetaria definirá si lo pone en la calle finalmente o no.
La erosión inflacionaria que deriva en un menor poder adquisitivo, con el que antes se podía acceder a más bienes, terminaría por convencer a las autoridades de que hace falta este billete.
El último 23 de abril se redactó la resolución 173 del Banco Central. Allí se aprobó la contratación de Casa de Moneda, la imprenta que hace los billetes en el país, y el encargo de 200.000 millares de billetes. El Banco Central le pidió a la entidad que le pase un presupuesto y ponga en marcha los trámites con vistas a la provisión de los insumos necesarios.
El nuevo billete tendrá en el frente a las imágenes de Ramón Carrillo, el primer ministro de Salud de Juan Perón, acompañado por Cecilia Grierson, la primera médica argentina. En el reverso estará la figura del Instituto Malbrán. En tiempos de Covid-19, el Gobierno entendió que resultaría apropiado homenajear a figuras de la historia argentina que hicieron un aporte a la salud pública.
El Banco Central también especificó las fechas de entrega: deben llegar 20 millones de billetes en junio, 60 millones en julio, la misma cantidad en agosto y otros 60 millones en septiembre.
En la práctica, desde que se piensa el papel hasta que está en la calle suelen pasar seis meses en cualquier lugar del mundo. En la Argentina, ese record lo tiene el de $500, con el yaguareté, que se aprobó en enero de 2016 y comenzó a circular en junio de ese año. El de $ 5000 debería achicar esos plazos a dos meses y medio.