Jordan Norris fue arrestado por venta de drogas y tenencia ilegal de armas en noviembre de 2016. Pasó varios días en la prisión del condado de Cheatham, en Tennessee, hasta que sufrió una crisis nerviosa.
Entonces, decidieron separarlo. Pero luego vino lo peor: lo ataron y, en lugar de dejarlo allí o de calmarlo usando algún método ortodoxo, comenzaron a aplicarle una y otra vez descargas eléctricas con una pistola taser.
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