Los primeros sectores de la actividad que se irán habilitando para salir a la calle serán los de la industria (rubros clave para el suministro de insumos y bienes de consumo masivo) y la construcción, para las grandes obras de infraestructura en los que no se registren aglomeraciones en espacios reducidos. La obra pública será un sector clave, según pudo saber este diario.
La economía informal en la que trabajan cuatro de cada diez habitantes activos del país es el principal escollo, por la imposibilidad de regularla. Por ello, ya se están evaluando las posibilidades fiscales para que se repita en mayo el Ingreso Familiar de Emergencia de 10.000 pesos para paliar las situaciones de hambre, dijo a este medio una fuente oficial con conocimiento del tema.
“Vamos a tener que emprender un verdadero cambio cultural”, dijo el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero en la reunión en la que estuvo acompañado por su vicejefa, Cecilia Todesca; los ministros de Trabajo, Claudio Moroni; de Transporte, Mario Meoni, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; la viceministra de Salud, Carla Vizzoti y el subsecretario de la cartera Alejandro Costa; y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.
Hasta el Salón Eva Perón de la Casa Rosada llegaron el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo; uno de los vices, Daniel Funes de Rioja, y Diego Coatz, economista en jefe de la entidad; y por la Cámara de Comercio (CAC), estuvieron Jorge Di Fiore y su vicepresidente, Eduardo Eurnekian. Por la CGT fueron los dos cosecretarios generales, Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de servicio). También fueron parte de la cumbre Gerardo Martínez (Uocra), Andrés Rodríguez (UPCN) y Antonio Caló (metalúrgicos).
Quien tiene la sartén por el mango sigue siendo el ministerio de Salud. En la cartera que conduce Ginés González García consideran que los resultados de la cuarentena son "muy auspiciosos", a pesar de los más de cincuenta muertos hasta el momento. Lo dicen al comparar con la crítica situación que viven otros países como Estados Unidos, Italia y España.
Durante el encuentro, Cafiero subrayó la importancia de “reactivar de a poco” el regreso a las actividades cotidianas en todo el país, y señaló que deberá hacerse “con sentido estratégico y con cambios culturales y sanitarios personales”, comunicó luego el Gobierno en una gacetilla de prensa.
Qué se está mirando
Los ojos del Gobierno están puestos en tres lugares distintos: la salida de la cuarentena, la contención social y lo que ocurra con la pandemia en los países de la región. Según pudo saber este diario de fuentes oficiales, hay una especial preocupación por Brasil, el principal socio comercial y donde la pandemia parece dirigirse a causar estragos.
Volviendo a lo doméstico, el 13 se terminará el aislamiento obligatorio para muchos. Se expandirá la lista de exceptuados. Pero esa determinación será "día a día" y con "pulso de cirujano". Cada sindicato y cada cámara patronal irán proponiendo medidas de flexibilización que serán analizadas por Salud de Nación, quien las aprobará o rechazará.
Como la situación será extraordinaria, el Gobierno planifica acordar que los gobernadores y los intendentes oficien de reguladores pero siempre teniendo en cuenta los estrictos protocolos que se vayan definiendo en medio de la dinámica, con la asistencia de la Organización Mundial de la Salud.
“El objetivo central es que no se repita en el país lo que pasó en otros, porque sino además de una crisis económica vamos a ir hacia una crisis humanitaria y no podemos permitir que eso pase”, le dijo a este diario un funcionario que hoy participó de la reunión. Y precisó que los protocolos de actuación que se aplicarán desde el lunes ya están siendo elaborados por funcionarios de Salud y expertos que asesoran.
Al salir del encuentro, Daer dijo en declaraciones a la prensa acreditada en Casa Rosada que los primeros permisos serán para “actividades regionales”, sobre todo en lo que tiene que ver con la industria, construcción y economías regionales. Es decir, se buscará evitar grandes aluviones de personas en los centros urbanos y congestión en el transporte público, que seguirá con restricciones.
Más restricciones que las esperadas
“Hay que determinar la aplicación de medidas sanitarias en los lugares de trabajo, pero también en la forma que tienen los trabajadores para llegar hasta allí. Es muy complejo. El Gobierno quiere evitar que se aglutine gente en los trenes y colectivos”, dijo Daer y señaló que en la reunión se habló de “una dosificación y un verdadero cambio cultural” para el mercado laboral y la actividad en general.
Se planteó la idea de buscar un escalonamiento para los horarios laborales con la disposición de turnos para el ingreso a las grandes ciudades. “Otro de los objetivos es evitar los picos de tránsito en el ingreso y egreso de los trabajadores a los principales centros urbanos”, indicó Daer. A la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, ingresan todos los días 4,5 millones de personas y el 75% lo hace entre las 6:30 y las 9:30 de la mañana.
A Acevedo le quedó claro, según dijo, que el Gobierno está pensando en extender la cuarentena e ir flexibilizándola “muy paulatinamente” en las semanas subsiguientes. “Nos explicaron que las restricciones van seguir la semana que viene, incluso más de lo que nosotros mismos pensábamos”, señaló el industrial.
En ese sentido, indicó que quienes vayan siendo exceptuados tendrán que atenerse a estrictos protocolos sanitarios desde el momento en que salen de sus hogares hasta el instante de volver a ingresar a los mismos. “Todo quedará en decisiones que irá tomando el Gobierno y las irá comunicando porque esto es día a día”, sostuvo el industrial.