El el Ministerio de Desarrollo Social realizó compras millonarias de alimentos en medio del coronavirus. Y llamó la atención los precios que pagó para la adquisición de aceite y fideos, entre otros, ya que son muy superiores a los que establece en el programa Precios Máximos.
Aceite
Según reveló el periodista Diego Cabot en el diario La Nación, el caso más llamativo es el del aceite. Mediante la resolución 150/2020, autorizó la compra de 1,700,000 "unidades de aceite mezcla en presentación de 1,5 litros, solicitada por la Secretaría de Articulación de Política Social".
La compra fue de dos lotes de 340.000 unidades. La empresa Sol Ganadera se quedó con una de las partidas. Le vendió al Estado cada botella de la marca Indigo a $157,80. El otro lo contrató la firma Copacabana por una cantidad similar y el precio, en este caso de la marca Ideal, es de 157,67 pesos (en la página de Precios Máximos tiene un valor de 98 pesos).
La cuenta lleva la contratación a un total de 107.599.800 pesos por 1,02 millones de botellas, ya que el resto no se adjudica.
Fideos
Algo similar ocurre con los fideos. La cartera que conduce Daniel Arroyo convalidó la compra de 1.020.000 paquetes de fideos semolados de medio kilo. Esta vez fueron tres lotes de 340.000 paquetes, cada uno de las marcas Doña Luisa o Sua Pasta, Pastarole y Aldente o Pastarole.
Cada uno de ellos se compró a $85,76, $84,77 y $84 respectivamente, lo que da un promedio de 84,84 cada uno. El ministro aclaró que mediante otra resolución se modificó un error en el que consigna que los 84 pesos que se pagó en realidad corresponden al kilo, aunque el proveedor lo entregue en paquetes de 500 gramos.
Sin embargo, un producto similar tiene un valor de 52 pesos, según se puede ver en la lista de Precios Máximos.
Lo más polémico es que aquellos valores impuestos por el Estado son por la compra unitaria de un producto. En este caso, el Estado pagó mucho más por millones de unidades.
Ante esta situación, el Ministerio de Desarrollo Social salió a aclarar el procedimiento, aunque admitió que, en la compra de azúcar y aceite, debió pagar más caro ya que los proveedores "se plantaron" y, ante la emergencia, debieron comprarlo igual.
"En el caso de azúcar y aceite, los precios están por arriba de lo que fijó la Sigen como precio testigo, que no incluyen la parte de logística. Decidimos, con un informe técnico, comprarlo igual en el marco de la emergencia. Hubo un gran aumento en la demanda en el marco de esta emergencia que estamos viviendo", explicó el ministro Daniel Arroyo.
Arroyo aclaró que el Ministerio pidió una baja en los precios, aunque en esos dos alimentos "los productores se plantaron, y frente a la necesidad de llevar de verdad a todos, se decidió comprarlos por encima del precio testigo".
