El Partido Justicialista acordó con el Partido Comunista Chino y con otras 230 fuerzas políticas del mundo promover una "cooperación internacional más estrecha para luchar contra el coronavirus", en el que reclaman que los gobiernos apliquen "medidas contundentes, priorizando la vida y la salud de los pueblos, para frenar con determinación la propagación epidémica".
Con las firmas de su presidente, José Luis Gioja, y de su responsable de Relaciones Internacionales, Jorge Taiana, el PJ suscribió al decálogo que establece una serie de compromisos conjuntos y en el que también se exhorta a los países a "articular las políticas macroeconómicas", a "contribuir para mantener la estabilidad del mercado financiero internacional", a "reducir los aranceles y facilitar el comercio", entre otras cuestiones.
A continuación, el texto completo:
Llamamiento Conjunto de los Partidos Políticos a la Cooperación Internacional en la Batalla contra la COVID-19 Actualmente, la COVID-19 que ha azotado el mundo, nos ha puesto frente al desafío más apremiante y grave para la salud y la sanidad humana y el desarrollo pacífico mundial. Nosotros, los principales partidos políticos de distintos países del mundo, comprometidos con el bien común, el desarrollo nacional, la paz y la estabilidad mundial, nos sumamos a los siguientes llamamientos en respuesta a esta situación sin precedentes: 1. Ratificamos el máximo respeto a todos los trabajadores, en especial a los profesionales médicos que no escatiman esfuerzos por salvar vidas y velar por la salud pública. Expresamos nuestra sincera simpatía y solidaridad hacia las personas de distintos países que padecen de la enfermedad, con sus vidas amenazadas y a las familias de los fallecidos. Y mandamos un sentido pésame a quienes desafortunadamente han perdido la vida con motivo de esta epidemia.
2. Conscientes de que la epidemia, al no ser detenida con prontitud y eficacia, vulnerará la vida y salud de más gente, y tendrá un impacto mayúsculo en el desarrollo económico y social de la gran mayoría de los países y la cooperación internacional, hacemos un llamado a los países a adoptar medidas contundentes, priorizando la vida y la salud de los pueblos, para frenar con determinación la propagación epidémica.
3. Acompañamos a los países en sus esfuerzos para elaborar planes y protocolos de emergencia a su medida y reforzar la cooperación, con sus miradas puestas no solamente en la contención de la expansión del brote sino también en el tratamiento de los pacientes, avalando el uso de las ciencias y tecnologías modernas, con miras a lograr mejores resultados lo más pronto posible.
4. Llamamos a la conciencia social de los pueblos para cumplir con las medidas preventivas y alentamos a los países a incorporar a las organizaciones sociales y voluntarios en los trabajos preventivos para unir las fuerzas sociales en esta lucha.
5. Alentamos a los países a sincronizar el desarrollo económico y social con la mitigación del brote y que adopten medidas específicas orientadas a proteger a las personas vulnerables y las medianas y pequeñas empresas, para garantizar las condiciones de vida del pueblo y el desarrollo social. Exhortamos a los países a articular las políticas macroeconómicas, contribuir a mantener la estabilidad del mercado financiero internacional y las cadenas industrial y de suministro, reducir los aranceles y facilitar el comercio, en aras de evitar la recesión económica mundial. Instamos a todos los países a que mantengan el nivel adecuado del intercambio con el exterior a fin de asegurar las facilidades para el transporte transfronterizo de insumos médicos urgentes.
6. Es de público conocimiento común que el virus no conoce fronteras, y que no hay ningún país capaz de enfrentarlo por cuenta propia. Los momentos más difíciles nos dan mayores motivos para apoyarnos. Con una mayor conciencia de pertenecer a una comunidad de futuro compartido para la humanidad, los países deben sumar recursos y fuerzas a nivel global mediante cooperación internacional, políticas integradas y acciones coordinadas al hacer frente al virus, enemigo común de los seres humanos.
7. Tomamos nota de los avances notables de todos los países, incluido China, en los trabajos de prevención, lo que ha permitido ganar tiempo y aportado referencias para otros países en su enfrentamiento a la epidemia. Apreciamos a los países, entre ellos China, por su actitud abierta, transparente y responsable al publicar informaciones epidemiológicas y compartir experiencias en la prevención y el tratamiento médico, en especial por su asistencia con suministros médicos a los países afectados dentro del alcance de sus capacidades, suponiendo esto una contribución importante para la contención del avance epidémico a nivel mundial y un motivo más de esperanza y confianza para los países en plena lucha contra la epidemia.
8. Saludamos el Comunicado Conjunto emitido en la Cumbre Extraordinaria de Líderes del G20 sobre COVID -19. Apoyamos a los países en fomentar el intercambio de experiencias y la cooperación sanitaria, incluido el desarrollo conjunto de medicinas, posibles vacunas y reactivos de prueba, mientras hacemos un llamamiento a la asistencia material y tecnológica a los países en desarrollo con sistemas de salud pública frágiles y otros en necesidad, para disipar con la cooperación la sombra de la epidemia.
9. Apostamos por argumentos y análisis profesionales basados en la ciencia sobre las medidas preventivas y la detección del origen del virus. Nos oponemos a la politización del tema de la salud pública y rechazamos enérgicamente la estigmatización so pretexto de la epidemia, así como los comentarios y comportamientos discriminatorios dirigidos a cualquier país, región o etnia. Lanzamos un llamamiento a los gobiernos de los distintos países para que protejan con medidas proactivas la salud y los derechos legítimos de los residentes y estudiantes extranjeros en su territorio.
10. Coincidimos en que la epidemia nos plantea la necesidad de fortalecer la concepción de la gobernanza global basada en consultas mutuas, cooperación y beneficios entre todos los miembros y de apoyar a la ONU y la OMS a jugar el papel central en la gobernanza global de la salud pública. Llamamos a miembros de los mecanismos multilaterales como G20 a articular mejor sus agendas, converger efectivamente esfuerzos en la prevención y el control, a fin de construir una comunidad de salud compartida para la humanidad. Nosotros, los principales partidos políticos de los países del mundo, nos comprometemos a mantener una estrecha comunicación en esta coyuntura especial para darle un impulso político a la batalla contra la epidemia, honrando nuestro papel político orientador, convencidos de que después de la tormenta siempre sale el sol y que las adversidades no son más que coyunturales.
Con la confianza, la solidaridad, la prevención y el tratamiento científico y la aplicación de medidas puntuales, la comunidad internacional saldrá airosa de esta batalla. Estamos seguros que al sobreponernos de la epidemia, la comunidad de futuro compartido para la humanidad será más robusta y promisoria para todos.