Las empresas y los consumidores se están endeudando para poder sobrellevar el parate que trajo la cuarentena obligatoria con la que se busca contener la pandemia de coronavirus en la Argentina.
El Gobierno puso a disposición de todas las empresas créditos con tasa del 24% anual (negativa respecto de la inflación) por el equivalente a una nómina salarial para asegurar el pago de sueldos de marzo. Y ya se comenzó a evaluar qué ocurrirá con abril.
En principio esta ayuda era sólo para micro, pequeñas y medianas empresas MiPyMEs (según las comunicaciones A6937 y A6946 del Banco Central) pero el presidente Alberto Fernández dio la orden de que se amplíe el espectro y se permita acceder a cualquier firma, independientemente de su tamaño.
Ocurre que la cuarentena se extendió hasta el 12 de abril, por lo que la situación seguirá muy complicada y hasta las grandes compañías podrían tener serios problemas de liquidez. E incluso, se prevé que el 13 no habrá una vuelta a la "normalidad" y se saldrá de este estado de parálisis de forma paulatina.
Las empresas la vieron venir. La cuarentena preventiva y obligatoria se inició a la 00:00 el viernes 20. Pero desde unos días antes se preveía que esto podía ocurrir debido a las medidas de aislamiento que tomaron otros países. Y ya se rumoreaba que el Gobierno se dirigía a paralizar el país para evitar que se dispare el número de infectados.
Fue así como las empresas salieron a anticiparse para contar con dinero que les permita poder pagar los sueldos, mucho antes que el Gobierno definiera las medidas de auxilio con tasa subsidiada del 24%.
Según datos de la Gerencia de Estadísticas Monetarias del Banco Central, las compañías se llevaron de los bancos sólo el viernes 20 de marzo unos 13.543 millones de pesos en concepto de adelantos, por lo que el stock saltó a 261.636 millones de pesos, según el último dato oficial disponible.
Es habitual que las compañías tomen estos adelantos, dado que con ellos suelen atender necesidades emergentes de situaciones de iliquidez transitoria. Lo hacen mayoritariamente cuando cada fin de mes van a pagar sueldos y en diciembre y julio cuando toca abonar el aguinaldo.
Si se compara el stock registrado el 20 de marzo con el de exactamente un mes atrás, el 20 de febrero, el salto es de 35.669 millones de pesos. En valores corrientes, se está ante un record histórico. Respecto de un año atrás el salto es del 80%.
Si se tiene en cuenta que, según el Indec, los salarios del sector privado registrado venían creciendo en torno al 44,3% (último dato disponible de diciembre) y la inflación anual de febrero fue del 50,3%, se observa entonces que hubo un incremento real en las necesidades financieras de las compañías.
Las empresas, al igual que la economía argentina, ya venían sumergidas en una fuerte recesión y con serios problemas de liquidez. Pero como las gerencias financieras de las compañías siempre deben anticiparse porque tienen compromisos que cumplir con proveedores y empleados, esta vez se abalanzaron a pedir adelantos a los bancos.
El uso de plásticos
En la Argentina hay 24.783.868 de titulares de tarjetas de crédito. Y según datos del Banco Central estos también los vienen usando cada vez más para poder sortear la situación de crisis actual.
El stock de deuda de las tarjetas de crédito ascendía el 20 de marzo a los 563.322 millones de pesos, un 56,2% más que en el mismo día de 2019, cuando se ubicaba en los 360.661 millones de pesos. La expansión superó en seis puntos porcentuales a la inflación.
En los dos primeros meses del año, el financiamiento con tarjetas de crédito había aumentado 5,9% respecto de diciembre. La inflación promedio de ese período había sido del 4,3%. La diferencia no es mayúscula en términos nominales, pero sí si se tiene en cuenta que el consumo siguió en caída en ese período.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.