Michael J. Fox comenzó a actuar en la década del setenta, pero su fama se disparó en en 1985, con el estreno de "Volver al Futuro". Las tres entregas de la saga lo consagraron como una estrella y le aseguraron un futuro prometedor en Hollywood.
Sin embargo, en 1991, recibió una noticia que parecía cambiarlo todo: con solo 29 años, fue diagnosticado con Parkinson. Si bien no hizo pública su condición hasta siete años después, entró en un pozo depresivo que lo llevó al alcoholismo y por el cual casi se distancia de su familia.
Un día, tomó una decisión, digna de Marty McFly: volver a pensar en el futuro. Creó una Fundación para investigar sobre la enfermedad y ayudar a pacientes con necesidades. Actualmente lleva recaudados más de 650 millones de dólares. Pero, además, decidió regresar a las pantallas.
Por un lado, le puso la voz a films animados como "Stuart Little" y "Atlantis". Por otro, puso el cuerpo. Comenzó con roles pequeños y luego otros más duraderos, en famosas series como "Scrubs" (2004), "Boston Legal" (2006), "Rescue Me" (2009), "The Good Wife" (2011-2016), "Curb Your Enthusiasm" (2011 y 2017) y "Designated Survivor" (2018).
Como si fuera poco, escribió tres libros: Un hombre afortunado: una memoria (2002), Siempre buscando: las aventuras de un optimista incurable (2009) y Algo gracioso que pasó en mi viaje hacia el futuro: los giros, las vueltas y las lecciones aprendidas (2010). Con 59 años, es un verdadero ejemplo de superación.
Por su rol en "The Good Wife" incluso fue nominado a premios importantes como los Critics Choice Television Awards, los Emmys, los People's Choice Awards y los Gold Derby Awards, donde ganó como "Mejor actor dramático". También se lanzó como productor de cine y televisión.
Para seguir sus pasos, una opción es entrar a su cuenta de Instagram (@realmikejfox), que cuenta con 638 mil seguidores. Allí suele postear imágenes enternecedoras con sus colegas y amigos de "Volver al Futuro".