El Gobierno nacional confirmó este martes que subirá, de forma inminente, del 30% al 33% la alícuota de los derechos de exportación de soja y sus derivados a quienes producen más de 1.000 toneladas al año, y a los de menos de 500 toneladas se les reducirá la presión fiscal, mientras que otros productos de economías regionales pagarán lo mismo que en la actualidad (como el trigo, el maíz y la carne bovina) o menos (como el girasol).
Es lo que comunicó el ministro de Agricultura, Luis Basterra, a los integrantes de la Mesa de Enlace Daniel Pelegrina, de la Sociedad Rural; Jorge Chemes, de Confederaciones Rurales; Carlos Iannizzotto, de Coninagro; y Carlos Achetoni, de Federación Agraria.
A la reunión se sumaron la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, y el presidente del Banco Nación, Eduardo Hecker. Prometieron que las tasas de interés seguirán a la baja para abaratar el costo del dinero a los productores.
De hecho, el Banco Central comunicará este jueves un descenso de dos puntos en la tasa de interés de política monetaria, del 40% al 38%. Esto derramará sobre el resto del sistema financiero. Pelegrina opinó que lo "más destacable" es que el Gobierno aceptó avanzar en la discusión sobre "otros problemas" que tiene el sector productivo. "En esto último nos escucharon", acotó.
Fuentes del Gobierno aseguraron a Vía País que la medida tiene una impronta "redistributiva", para que los productores más chicos mejoren su rentabilidad y que las economías regionales "puedan despegar". Un colaborador del presidente Alberto Fernández le dijo a este medio que se acordó un espacio de revisión y diálogo para "la búsqueda de mecanismos equitativos y de imposición". "La recaudación es neutra, la plata vuelve al campo", añadió. Y concluyó: "Se busca mayor equidad social y territorial".
La voz del campo
Al salir del encuentro en Agricultura, Chemes dijo que había un “descontento a medias”. La Mesa de Enlace buscaba que la alícuota para la soja no aumente en ningún caso. Pero el Gobierno efectivizará la suba de la retención al 33%, el tope permitido por la Ley de Solidaridad.
Tal como lo había anticipado Vía País la semana pasada, la segmentación era un reclamo principalmente de los pequeños productores. Achetoni llegó a planteárselo a Basterra. Y la gestión de Fernández encontró en esto una estrategia para dividir el frente y evitar medidas de lockout generalizadas.
Iannizzotto, el representante de los cooperativistas, explicó que Coninagro consultará con sus bases para determinar los pasos a seguir. "Veremos cuando salga el detalle en el Decreto. En función de ello, analizaremos cuáles medidas se van a tomar", enfatizó.
La única entidad que se mostró más satisfecha este martes fue la Federación Agraria. En un comunicado, dijo que las economías regionales son las grandes generadoras de mano de obra del país y, por lo tanto, deben ser impulsadas.
Agregó que "es muy importante acercar políticas públicas al productor" y señaló: "Sabemos que el Gobierno está en esta línea". Pero pidió más participación en la mesa de discusión para la toma de decisiones de cara al futuro.
Distinto fue el ánimo en la Sociedad Rural, que representa mayoritariamente a los grandes terratenientes. “Cada una de las entidades consultará con su gente y resolverá cómo se sigue. Por supuesto no nos gusta el sabor de la reunión”, respondió Pelegrina.
Los cambios
En breve, el Gobierno publicará en el Boletín Oficial su decisión. Los que producen más de 1.000 toneladas de soja pagarán el incremento del 10% en las retenciones, que llevará la alícuota del 30% al 33%. Se trata de unos 14.884 productores, el 26% del total, según precisaron desde Agricultura a este medio.
Desde el punto de vista de la recaudación, el impacto es fuerte y podría llegar a 0,5% del PBI. Es porque ese universo afectado por la mayor presión impositiva genera el 77% de la soja en Argentina, es decir, para este año unas 42 millones de toneladas según previsiones de una cosecha total de 54,5 millones de toneladas. En el Gobierno insistieron: "Ni un peso irá al Tesoro para gastos generales, todo volverá al campo".
En tanto, los productores que liquiden entre 501 y 1.000 toneladas pagarán la misma alícuota que en la actualidad, un 30%. Y de ese nivel para abajo, todos mejorarán su posición exportadora dado que deberán afrontar menos carga impositiva.
Con esos datos, remarcaron en el Gobierno, el 74% de los productores (unos 42.406 pequeños y medianos) que cosechan el 23% de la oleaginosa se verán beneficiados por la decisión oficial.
Una producción de menos de 100 toneladas pagará 21%; entre 101 y 200 toneladas, 24%; entre 201 y 300 toneladas, 27%; entre 301 y 400 toneladas, 28%; entre 401 y 500 toneladas, 29%.
Basterra estableció, en paralelo, una merma de los derechos de exportación de la semilla de girasol del 12% al 7% y del aceite al 5%.
Entre los que mejorarán su posición se encuentran la pesca, legumbres (lenteja, arveja, porotos y garbanzos), girasol, arroz, maní, porcino, maíces especiales, ovino, embutidos, harina y aceite de maíz, señalaron las fuentes oficiales.
Seguirán sin cambios con una retención de 5% independientemente de la cantidad exportada: maíz, trigo, sorgo, carne bovina, leche, frutilla, limones, manzana, uva, algodón, hortalizas, papas, tomates, lechuga y vino.