Con un sorpresivo anuncio, Luciana Salazar contó que en diciembre se convertirá en madre de una nena a la que llamará Matilda.
La actriz, recientemente separada de Martín Redrado (55), eligió el método de vientre subrogado para convertirse en madre y eso despertó las dudas: ¿por qué no puede llevar ella en su panza al bebé?
Fernando Akerman, médico de Luli, dio las explicaciones médicas en el programa Con todo el país, de Radio Nacional: "Ella hizo un tratamiento de subrogación. Me pidió que lo aclare desde el punto de vista médico, es por una trombofilia que ella tiene; la sangre muy espesa le impide llevar un embarazo a término con poco riesgo".
Luego agregó: "Nadie habla de que ella se negara a llevar un bebé en su vientre, eso es parte de la historia personal de ella. Nunca dije si estuvo embarazada, si perdió o no un embarazo. La trombofilia no se cura y no es que se puede controlar en el embarazo de todas las pacientes. Eso depende del grado de la enfermedad y de su historia de casos previos, a veces se puede sugerir la subrogación con una sola pérdida de un bebé, depende de lo riesgoso y traumático que eso haya sido".
Más tarde, en Los ángeles de la mañana, explicó cómo fue el proceso gracias al cual Luciana se convertirá en madre: "Ella hizo un tratamiento en el que se le extrajeron óvulos, parte de ellos se congelaron para usar en el futuro y otros se fertilizaron con esperma y fueron congelados hasta que se tomó la decisión de transferir el embrión en el útero de la mamá subrogante".
Al ser consultado sobre si la elección de Salazar había sido apoyada por Martín Redrado, el médico prefirió no contestar: "Es algo personal de ella".