La muerte de Natacha Jaitt, ocurrida el 23 de febrero de 2019, y el homicidio de Fernando Báez Sosa, que se produjo el pasado 18 de enero en Villa Gesell, no tenían nada en común. Pero la justicia logró acceder a los celulares marca Apple de los rugbiers acusados del crimen, algo que no había podido hace con la tablet de la mediática, y sus familiares pidieron que se utilizara el mismo sistema.
Su hermano y su hija, Ulises Jaitt y Antonella Olivera, fueron quienes hicieron la solicitud a la Justicia. En su cuenta de Twitter, la joven pidió al fiscal Sebastián Filipaldi que "se arbitren los medios necesarios para solicitar a la División de Operaciones Técnicas de la Policía Federal Argentina si puede prestar colaboración para abrir el dispositivo iPad".
Ulises, por su parte, se refirió al tema a través de los medios. Horas después, Antonella anunció en la misma red social que la Justicia escuchó sus pedidos y confirmó que ordenará el desbloqueo del dispositivo electrónico que pertenecía a su madre.
"Mi pedido fue escuchado, casi a un año de la muerte de mi vieja podremos desbloquear el iPad, más que alegría me da tristeza y me parte el corazón que mi mamá no tenga justicia. ¡¡Una vergüenza!!", escribió.