Susana Giménez comenzó el año en Punta del Este con una serie de declaraciones que causaron polémica. "Quiero que le vaya bien a la Argentina, si hay mucha pobreza, que vaya la gente al campo. Nosotros fuimos el granero del mundo. Hay que enseñarle a la gente, por ejemplo del norte, a plantar, a tener gallinas, cosas así", había expresado la conductora.
Este martes, publicó en sus redes sociales una carta abierta para defenderse de la lluvia de críticas que recibió y reconoció que "no era el momento ni el lugar" para decir lo que dijo, ya que estaba en una fiesta en Punta del Este.
"En los últimos días gran cantidad de medios periodísticos han polemizado y tergiversado incansablemente mis dichos. Con la tranquilidad de saber que mi comentario no quiso ser irrespetuoso o despectivo, opté por guardar silencio. 'La gente me conoce', pensé, 'no hace falta que aclare nada'", comenzó su extenso descargo.
Y siguió, en letras mayúsculas: "Pero pasan los días y veo que siguen y siguen y siguen, entonces me parece que vale responder: amo mi país y me duelen tremendamente el hambre y la pobreza".
Y siguió: "Sostengo lo que quise transmitir. Estoy convencida de que hay soluciones para salir de la pobreza que no están teniendo en cuenta y comienzan con la educación y un Estado que deje de ignorar el problema".
Luego, hizo referencia a un amigo suyo que trabaja en Naciones Unidas y que le contó que mejoran la calidad de vida de los más necesitados buscando la forma de generar sus propios recursos.
"Jamás pensé que alguien pudiese interpretar de mala forma lo que dije, mucho menos creyeran que el dolor de la gente me resulta indiferente, no está en mi naturaleza, no sería yo", cerró el comunicado.