El juez federal Luis Rodríguez sobreseyó a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el marco de una causa en la que había sido acusada por supuesta "insolvencia fraudulenta" para evitar embargos judiciales.
La expresidenta había sido acusada de poner bienes, cuentas bancarias y acciones de sociedades a nombre de sus hijos para evitar responder a embargos en causas penales, según denunció el abogado Santiago Dupuy De Lome.
Sin embargo, tras una serie de medidas de prueba el juez Rodríguez sostuvo que la cesión de derechos hereditarios gananciales que la exmandataria realizara en favor de sus hijos Máximo y Florencia Kirchner ocurrió antes de que fuera procesada y embargada.
La denuncia radicada el 24 de octubre de 2016 invocaba notas periodísticas que daban cuenta de la supuesta maniobra, pero la cesión hereditaria había ocurrido mucho tiempo antes, incluso, de que avanzaran las causas contra la ex presidenta.
"Sin perjuicio de cuándo fue publicada la 'noticia' y de cuáles eran para ese entonces los autos de méritos decretados en los expedientes sustanciados en su contra, conforme se encuentra acreditado en la presente causa" mediante copias de la escritura correspondiente- la cesión de derechos hereditarios gananciales" de la expresidenta en favor de sus hijos "tuvo lugar el 10 de marzo de 2016", sostuvo Rodríguez en el fallo firmado el 17 de diciembre.
"En esa fecha no solo no se encontraba procesada -ni se había decretado embargo alguno sobre sus bienes- sino que ni siquiera había prestado declaración indagatoria. Sí se encontraba convocada a hacerlo (el 26 de febrero anterior había sido convocada para el 134 de abril siguiente) en la causa conocida como 'dólar futuro'", señaló el juez en el fallo al que accedió Télam.
"No resulta un dato menor señalar que la causa denominada 'Los Sauces' ni siquiera había sido iniciada", afirmó el magistrado que además reseñó que esa causa "se inició recién el 4 de abril de 2016 y Cristina Fernández no fue convocada a prestar declaración indagatoria en estas actuaciones sino hasta el 3 de febrero de 2017, cuando se la citó para el 7 de marzo siguiente".
Además, el juez sostuvo que la denuncia, impulsada por el fiscal Carlos Stornelli, tenía también un inconveniente en relación al tipo legal: "Cabe recordar que el delito de insolvencia fraudulenta no se tiene como objeto para punir al insolvente, sino al deudor fraudulento que finge insolvencia o que realiza actos dispositivos de su patrimonio con el único propósito de eludir una obligación civil. Ello no ocurrió".
En esa línea, Rodríguez sostuvo que "no solo el patrimonio de Cristina Fernández, sino el de la sociedad conyugal toda se encuentra al alcance del Estado si es que con él se debe responder a cualquier tipo de obligación que un accionar ilícito (que de momento no ha sido comprobado) pudiera, en un futuro, llegar a ameritar".