Dentro del paquete de medidas económicas, el Gobierno excluirá del impuesto a la Renta Financiera a los bonos y plazos fijos en pesos. Se trata de una modificación que el equipo encabezado por el ministro Martín Guzmán incorporó en el proyecto de ley ómnibus.
Los bonos públicos y plazos fijos en pesos estaban alcanzados por el 5 por ciento de renta -mínimo no imponible de $ 66.917,91 y por el 15% si están en dólares o indexados por UVA (Unidad de Valor Adquisitivo) o CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia)-.
Con esa modificación que el Gobierno enviará en las próximas horas al Congreso, se dejará de pagar los intereses de depósitos originados en caja de ahorro, cuentas especiales de ahorro, a plazo fijo en pesos.
En tanto, seguirán pagando los plazos fijos ajustados por UVA u otra variable.
Uno de los motivos del gobierno para implementar estos cambios al impuesto a la Renta Financiera es la crisis que se desató en abril de 2018 durante la gestión de Mauricio Macri.