El ajuste en los planes de vacaciones resulta inevitable en este verano 2020, por lo que la calculadora ganó un espacio entre las ojotas, el bronceador y las reposeras. Si bien los argentinos terminan vacacionando, los números indican que será por menos tiempo y sin pasaporte de por medio.
"Los números indican que la capacidad hotelera está dos puntos porcentuales por debajo que el año pasado", manifestó en diálogo con Vía País Federico Cagnani, economista que elaboró un informe publicado por la Universidad Nacional de Avellaneda, que señala que la incidencia del costo de las vacaciones de verano sobre el salario promedio llegó al 139,6 por ciento y aumentó un 10,7% respecto al último trimestre del año pasado.
Si bien el informe analiza el último trimestre de 2019, Cagnani sostuvo que "son indicadores fuertes para enero y febrero" al considerar que "hay muchos que ya alquilaron para esos meses".
Asimismo, Pablo Pereira, otro de los economistas que colaboró con el trabajo, coincidió con esa lectura y aseguró que "los porcentajes se van a mantener, porque los tomamos interanuales, es una conclusión lógica por la caída de los ingresos".
Pero hay otro factor que, pese al panorama negativo, surge ante la caída del salario y el cepo cambiario: el efecto sustitución.
"Seguramente va a tener un impacto en el mercado veraniego, pero hay dos miradas: por un lado, los precios subieron por encima del salario y afecta en el caso de vacaciones y, por otra parte, está el efecto sustitución, es decir, que con el dólar en estos valores, vacacionar afuera es muy dificultoso, por lo que se espera que el aluvión de gente que quisiera viajar afuera y no puede, termine en la Argentina", analizó Cagnani.
Y esa afirmación coincide con un relevamiento de Airbnb al que tuvo acceso este medio que indica que -a partir de los casi 200.000 argentinos que ya realizaron reservas por esa plataforma- los cinco destinos más elegidos son Mar del Plata, Bariloche, Villa Gesell, Rio de Janeiro y Florianópolis.
Pero otro de los puntos clave es el costo promedio de los gastos relativos a las vacaciones de verano. Según la Universidad de Avellaneda, esa variable aumentó un 337 por ciento en los últimos cuatro años, mientras que el costo de la canasta de vacaciones de verano es de 49.993 pesos.
En tanto, con relación a los productos de consumo veraniego, los que mas aumentaron son la gastronomía (59%), la pileta (57,4%), el camping (55,1%), el teatro (54,6%) y el cine (52,9%).
Al evaluar la economía del hogar, Cagnani consideró que "el aguinaldo ayuda porque sirve para pagar alguna deuda pero también para ahorrar para vacaciones y poder tener alguna financiación".
En tanto, con respecto al impacto de la inflación, afirmó que "se ha hecho mucho turismo ecológico: estancias, el campo, cabañas" al indicar que "hay otra modalidad a la hora de vacacionar".
Al ser consultados por el impacto del combustible, ambos especialistas coincidieron en que en realidad "el problema es cuando sube el dólar porque la nafta va atada al dólar". Y agregaron: "La logística encarece los productos, hay un traslado que no es directo, pero si aumenta la nafta se retroalimenta el tema inflacionario".
Por último, según Airbnb, se estima que los viajeros serán, en su mayoría, de Buenos Aires, Córdoba y Rosario, con edades entre los 40 y los 49 años, seguidos muy de cerca por el grupo de 30 a 39 años. La estadía promedio de los viajeros será de siete noches.
