Con una jornada de manifestaciones y algunos actos de vandalismo en diferentes puntos de París, los "chalecos amarillos" celebraron su primer aniversario y le demostraron al Gobierno francés que todavía tienen poder de convocatoria.
El principal punto de tensión a primera hora de la tarde era la plaza de Italia, al sureste de la ciudad, donde manifestantes en su mayor parte con el rostro cubierto formaron barricadas y las incendiaron, al igual que algunas motos y autos.
Los alborotadores destruyeron también paradas de autobús y diferente mobiliario urbano, quioscos, rompieron vitrinas de comercios, como una sucursal del banco HSBC y atacaron un centro comercial. La policía reaccionó con cargas y con el lanzamiento de gases lacrimógenos para dispersarlos.
Más de cuarenta personas habían sido detenidas antes de las 13.30 hora local (9.30 de la Argentina) y las fuerzas del orden habían procedido a realizar cerca de 1.500 controles preventivos en toda la ciudad, según la Prefectura de Policía, sobre todo en el perímetro de las áreas donde está prohibido durante todo el fin de semana cualquier manifestación.
Eso cubre los barrios de la avenida de los Campos Elíseos, de la catedral de Notre Dame, de la Asamblea Nacional, de la torre Eiffel, del Trocadero, del palacio de Matignon -residencia oficial del primer ministro- o de la estación de Saint Lazare.
La plaza de Italia era el punto de partida, a partir de las 14.00 hora local de una de las tres manifestaciones declaradas en la ciudad por los "chalecos amarillos", pero que fue anulada por la Prefectura de Policía debido a los altercados.
Otra también autorizada había salido a media mañana de la Puerta de Champerret, donde poco después de las 10.00 hora local varias decenas de personas interrumpieron muy cerca de allí la circulación del periférico, la autopista de circunvalación de París, hasta que fueron desalojados pocos minutos después por los antidisturbios.
Antes del inicio de la marcha en dirección a la estación de Austerlitz, en la Puerta de Champerret se produjeron igualmente enfrentamientos entre la policía y manifestantes que ocultaban su rostro y que habían formado algunas barricadas.
Fuera de París, había decenas de convocatorias de los "chalecos amarillos" en otros puntos de Francia, como en Burdeos, Lille, Lyon, Marsella, Nantes y Toulouse.