Un ladrón intentó robar un kiosco inteligente de Hurlingham y terminó escapando con las manos vacías cuando se activó el sistema de seguridad del local.
El hombre ingresó al lugar armado y con un casco de moto puesto, y se dirigió hacia una de las pantallas, a través de las cuales los clientes se comunican con la quiosquera. En este tipo de local "inteligente" toda la interacción es por pantallas y los empleados no se encuentran en el lugar, sino que trabajan remotamente. Tampoco hay mercadería ni dinero al alcance de la mano.
Por eso, el ladrón no pudo robar nada, ni tampoco hicieron efecto las amenazas que, con su arma, ejerció sobre la empleada. Todo el hecho quedó registrado en las cámaras de seguridad del local.
Además, una vez que los empleados activaron el sistema de alarma, las persianas del kiosco comenzaron a cerrarse, por lo que el delincuente optó por escapar corriendo del lugar.
"El delincuente se hizo pasar por un cliente, utilizó la pantalla táctil del local y solicitó la opción de pagar facturas. De inmediato, la cara de una empleada apareció en esa pantalla y la chica le comunicó al ladrón que estábamos sin servicio en ese momento. El hombre pensó que esa trabajadora estaba dentro de ese negocio y empezó a buscarla por todos lados. Lo que no sabía es que nos manejamos vía streaming y que la empleada estaba a unas 10 cuadras del lugar", explicó a Crónica el dueño del kiosco, Sergio Daniel Iribarren.