Un joven estudiante de ingeniería informática fabrica sillas de ruedas para perros mediante impresión 3D y las entrega gratis a personas que necesitan ese dispositivo para sus mascotas.
"Empece haciendo prótesis para perros, y ahora comencé con las sillas de ruedas o carros para perros, porque vi que había una necesidad", contó a la agencia Télam Alejandro Colli, de 19 años, estudiante de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV).
Sus prótesis caninas en 3D se difunden a través de redes sociales "y los pedidos no dejan de llegarme. En dos semanas, ya entregué tres sillas", explicó el joven.
Y lo hace gratis porque "hay mucha gente que las necesita y no tiene dinero. Si quieren hacer donaciones, son bienvenidas, pero yo no cobro", destacó.
Rosario López, que hace unas semanas vio la publicación de Propaw Lab -el nombre que eligió Alejandro para su emprendimiento. confirmó lo dicho por Colli: "Nos hizo la silla para mi perro y no nos cobró. Le hicimos una donación. Un divino", dijo a Télam.
"Le escribí por privado de Facebook. Le conté que Elvis, mi micro toy de 15 años, arrastraba las patas traseras desde hace seis porque lo atacó un pitbull. Y en dos semanas Alejandro nos entregó el carrito", contó la mujer.
Entusiasmada, compartió que Elvis "ya corre. No lo podemos creer" y que el dispositivo "es muy fácil de colocar y de limpiar".
Para aceptar hacer el carro, Colli pide a los dueños de los perros algunos requisitos, entre los que incluye "la recomendación veterinaria para el uso de la silla, que tenga las patas impedidas, las medidas del animal y un video para ver su movilidad", detalló el desarrollador.
El proceso le implica imprimir en 3D "las uniones y las ruedas usando filamento PLA (ácido poliláctico). Después uso tornillos, tubos acrílicos, mangueras y los agarres que unen el dispositivo al perro, que son de velcro", explicó.
Una silla de ruedas canina sale, según se puede constatar en sitios de venta online, entre 1.500 y 54.000 pesos, según el diseño y tamaño.