Ocho cantantes y una bailarina denunciaron que el tenor español Plácido Domingo, una de las figuras más importantes del mundo de la ópera, las acosó sexualmente cuando estaban iniciando sus carreras, durante tres décadas desde los años 80.
Domingo es director de la Ópera de Los Ángeles, Estados Unidos, y considerado uno de los mejores cantantes de ópera de todos los tiempos. Las denuncias en su contra fueron publicadas por la agencia Associated Press, que solo identifica el nombre de una de las víctimas, la mezzosoprano Patricia Wulf.
Las denunciantes contaron que Domingo las presionó en los inicios de sus carreras para que entablasen relaciones sexuales ofreciéndoles trabajos y, a veces, castigándolas profesionalmente cuando rechazaban sus proposiciones.
Frente al escándalo, la superestrella de la ópera de 78 años afirmó en un comunicado que "las acusaciones de estos individuos no identificados que datan de hasta 30 años son profundamente preocupantes y, como se presenta, inexactas".
"Aun así, es doloroso escuchar que puede haber molestado a alguien o haberlos hecho sentir incómodos, no importa cuánto tiempo hace ya, a pesar de mis mejores intenciones. Creía que todas mis interacciones y relaciones siempre eran bienvenidas y consensuadas", agregó.
Por otro lado, el cantante subrayó que "las personas que me conocen o que han trabajado conmigo saben que no soy alguien que intencionalmente dañaría, ofendería o avergonzaría a nadie".
"Sin embargo, reconozco que las normas y estándares por los que se nos mide hoy -como debe ser- son muy diferentes de lo que eran en el pasado. He tenido la bendición y el privilegio de haber tenido una carrera de más de 50 años en la ópera y me atendré a los estándares más altos", agregó.
El artista finalizó su descargo con una declaración de intenciones: "Tengo la suerte y el privilegio de haber tenido una carrera de más de 50 años en la ópera y me mantendré en los más altos estándares".
Los supuestos encuentros donde el tenor acosó a sus compañeras tuvieron lugar durante tres décadas a partir de finales de los años 80.
Una de las mujeres explicó que Domingo le pasó la mano por la falda y otras tres dijeron que las forzaba a besos húmedos en la boca, en un vestuario, una habitación de hotel o en una reunión.
"Alguien que intenta sostener tu mano durante un almuerzo de negocios es extraño, o poner su mano sobre tu rodilla es un poco extraño. Siempre te estaba tocando de alguna manera y siempre te besaba", relató una de las mujeres.