Comienza el juicio contra Jonathan Fabbro: podría recibir una pena de hasta 20 años de prisión

El exjugador de Boca y River está acusado de abusar sexualmente de su ahijada desde los cinco años.

Jonathan Fabbro.
Jonathan Fabbro.

Este lunes comienza el juicio contra el exjugador de Boca y River Jonathan Fabbro, quien es acusado de abusar sexualmente de su ahijada desde los cinco años hasta los 11. En el caso de ser declarado culpable, podría recibir una condena de hasta 20 años de prisión.

Fabbro, quien se encuentra detenido desde hace un año en la cárcel de Marcos Paz, deberá responder ante la Justicia (cuatro audiencias previstas) por los delitos de "abuso agravado por el vínculo" y "corrupción de menores".

Los supuestos abusos fueron entre 2012 y 2016 y salieron a la luz cuando el hermano de la menor descubrió los chats con Fabbro. Entonces, ante la insistencia, la menor se quebró y contó que hubo toqueteos y penetraciones.

Además, durante la investigación, se conocieron chats entre la menor y el futbolista, quien le pedía fotos a su ahijada.

Los supuestos chats entre Fabbro y su ahijada (Infobae).
Los supuestos chats entre Fabbro y su ahijada (Infobae).

En julio del año pasado, Fabbro declaró y utilizó el tamaño de su pene para refutar las acusaciones en su contra. "Cuando se le pregunta a la nena qué le sorprendió o le llamó la atención cuando vio mi cuerpo desnudo y dijo que nada, sí que ver un hombre desnudo pero nada específico, no quiero sonar soberbio ni nada, por eso digo si me quieren hacer estudios o analizar, me da vergüenza por las mujeres del Juzgado presentes pero creo que mi miembro no es normal o lo que se le dice normal, sí es un poco más grande de lo normal", afirmó Fabbro según la transcripción de su indagatoria a la que tuvo acceso Infobae.

Además, hizo hincapié en que su pareja, la modelo paraguaya Larissa Riquelme, “lo sufrió cuando tuvimos relaciones”. Ante la consulta de la Justicia sobre qué quería decir con lo relacionado a su parte íntima, su abogado defensor, Francisco Oneto, le aconsejó a viva voz que no conteste y Fabbro le hizo caso al letrado.