El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo este lunes que el plan económico diseñado junto al Gobierno "está dando resultados" pero, sin embargo, empeoró sus previsiones para este año y 2020 en materia de actividad económica e inflación.
David Lipton, director gerente interino del organismo, aseguró que más allá del ruido electoral y la "incertidumbre política" que genera la contienda por la que se definirá un nuevo gobierno, que el plan económico "está dando sus frutos".
El funcionario internacional se refirió a la confluencia de variables macroeconómicas, principalmente a la reducción del déficit fiscal, aunque sin llegar en 2019 al equilibrio. Y luego el mismo organismo emitió un comunicado en el que asegura que aún no se está cerca de salir de la crisis.
"La Argentina ha tenido algunos altibajos. Entendemos que la incertidumbre política puede afectar sentimientos, pero la buena noticia es que el país ha implementado las políticas que diseñaron en el programa. Los llevaron a cabo, y está dando sus frutos", dijo en una conferencia de prensa.
Según el criterio del funcionario internacional, el año que viene habrá "varios países" que se "recuperarán un poco". Y en ese grupo mencionó a la Argentina, Turquía, Irán e inesperadamente a Venezuela.
Proyecciones
Minutos después de que hablara Lipton, el Fondo dio a conocer el reporte del staff del organismo surgido con la cuarta revisión de la economía argentina realizada en junio, en el marco del acuerdo crediticio por unos 56.300 millones de dólares.
En el informe de 88 páginas el staff del fondo elevó en 9,5 puntos porcentuales la previsión de inflación para este año respecto de lo que había sido la tercera revisión, realizada a principios de año, ubicándola en 40%.
En el organismo analizaron que las expectativas de inflación subieron respecto de su informe anterior porque en ese plazo hubo acuerdos salariales que darán pie a los formadores de precios a aplicar nuevos incrementos.
Por otro lado, el FMI recortó la previsión para 2019, a una caída de 1,3% y bajó a la mitad la proyección de crecimiento para 2020, al pasarla del 2,2% que esperaba a un 1,1%, por el arrastre de la recesión de este año y la demora en la aparición de la tan esperada reactivación.
Las previsiones del FMI son de este modo más pesimistas que las del Gobierno, que en el avance del Presupuesto 2020 enviado al Congreso dijo que la economía caerá este año un 0,8% y rebotará 3,5% en 2020, con una inflación que rondará el 26,1%.
Panorama complejo
El FMI advirtió en su reporte que el principal riesgo para la Argentina sigue siendo un cambio prolongado en preferencias de la cartera fuera de los activos argentinos, como resultado de las crecientes incertidumbres sobre el futuro panorama político.
"Esto podría manifestarse como un aumento de la dolarización que provocará presiones de depreciación (del peso)", apuntó el organismo, dando por hecho que el tipo de cambio ya está atrasado y podría haber una nueva devaluación antes o después de las elecciones.
Y agregó que esa suba en el precio del dólar es un probable que “pase a la inflación” y de lugar a “un aumento en la relación existente entre la deuda externa y el Producto Bruto Interno”, dado que la Argentina necesitaría emitir más títulos públicos.
En esa línea, el Fondo habló de “una mayor pérdida de reservas de divisas que la proyectada en la línea de base”. Respecto del cambio de la meta fiscal para 2019, de 0,3% del PBI para el FMI, este se dará luego de que se apliquen los ajustadores para el gasto social y de capital.
Así, según el Fondo, la Argentina no llegará al equilibrio fiscal este año. Por un lado, por las medidas de política anunciadas en los primeros cuatro meses del año, que suman 0,2% del PIB en déficit. Y por el otro, porque la recaudación crecerá menos de lo previsto.