Desde aquel día de 1994 en que, durante un show en La Plata, Andrés Calamaro disparó la frase "qué linda noche para fumarse un porrito", la relación del músico con la marihuana se hizo pública.
En esta oportunidad, todo ocurrió en San Francisco, California, estado en donde está autorizado el consumo de cannabis recreacional y con fines terapéuticos. En el marco de su gira Licencia para Cantar, Calamaro tocó en el teatro Warfield y en un momento del show le preguntó al público acerca de la legalización de la marihuana medicinal, según consignó el portal de la Revista Soy Rock en esta nota.
Acto seguido, mientras interpretaba el clásico "Para no olvidar", desde el público le arrojaron un pequeño tubo con cigarrillos de marihuana en su interior. El "Salmón" no tuvo mejor idea que abrirlo y encender uno justo antes de sentarse en el piano.
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